

El debate de los candidatos vicepresidentes (Agustín Rossi -Unión por la Patria-, Luis Petri -Juntos por el Cambio-, Victoria Villarruel -La Libertad Avanza-, Florencio Randazzo -Hacemos por nuestro país-, y Nicolás del Caño -Frente de Izquierda-) dejó bastante tela para cortar y los especialistas en comunicación política Pablo Pérez y Mariano de Bedia, ambos miembros de la Asociación Argentina de Consultores Políticos (ASACOP), hicieron sus correspondientes análisis y sacaron sus propias conclusiones en diálogo con este medio.
“Pudimos observar, sacando las preferencias personales y la discusión de contenido ideológica, una cierta paridad en materia de desempeño ‘gestual’, manifestó Pérez. Mientras que su colega señaló que “todos los candidatos fueron muy preparados”.
El uno x uno de Pablo Pérez
Agustín Rossi, candidato de Unión por La Patria, fue dominado por los nervios al inicio, aunque en el desarrollo fueron superados y logró ser uno de los “animadores del debate” incluso chicaneando a los conductores en varias oportunidades.
Victoria Villarruel también arrancó mostrando nervios pero con el correr del tiempo se pudo descontracturar y recibir todos los cascotazos que le asestaban el resto de los candidatos, quedando en evidencia que, por el hecho de estar “en punta”, no solo en las paso sino que también en los actuales sondeos era la candidata “a atacar”.
Luis Pertri, un candidato muy sólido que a mi criterio no es “aprovechado como corresponde ” se lo notó como el más estratégico , esperando los momentos oportunos para, como se dice en la jerga “meter el bocadito”, no dejándose llevar por la efervescencia de la discusión, como ocurrió en el primer bloque de 8 minutos donde podían interactuar .
Florencio Randazzo, por su parte, se mostró como el más descontracturado, como ocurre con los candidatos que, al no estar en la cima “de la pelea”, podría darse el lujo de no dejarse llevar por los nervios.
Nicolás Del Caño apareció como una especie de atacador serial, muy cómodo en esa posición ya que, también por su participación en el electorado y antecedentes, tenía a disposición al resto de los candidatos “en el paredón”.
"La conclusión es que todos se ajustaron a un libreto estudiado, sin muchas sorpresas, pero que favoreció a la 'puesta en valor' de los candidatos a vicepresidente, los cuales hasta hace poco eran considerados 'figuras decorativas'“
Las apreciaciones de de Bedia
“En general me pareció que todos los candidatos asistieron al debate muy preparados y tuvieron la oportunidad de exponer sus opiniones y explicar sus propuestas sobre temas tan importantes como seguridad, inflación, educación y salud desde cada perspectiva particular. El formato novedoso que se propuso en esta oportunidad -me refiero a los minutos libres- dio la chance a los participantes de cruzarse en acaloradas discusiones que seguramente hicieron que la instancia fuese muy interesante para los televidentes, pero que además, puso a los candidatos en terrenos en los que debieron, en mi opinión, demostrar la solidez de sus posturas”.
El más nervioso
“De entre todos los participantes en mi opinión el más nervioso fue Luis Petri. Al candidato de Juntos por el Cambio se lo vio tenso, por momentos enojado -sobre todo al recibir respuestas sólidas de otros candidatos y repreguntar sobre las mismas-, en oportunidades parecía repetir consignas “hechas”, y finalmente, el enojo pareció mutar a cierta agresividad e impotencia que lo hacía levantar la voz intentando imponer sus opiniones por sobre las respuestas que recibía”.
El más aplomado
“Sin lugar a dudas Florencio Randazzo fue el candidato más aplomado, lento, su postura mediadora y conciliadora lo transformó, con el transcurso del debate, en el participante menos interesante del certamen”.
De quién esperaba más
“En mi opinión, el participante más decepcionante fue Luis Petri. Esperaba que el candidato a vicepresidente de Bullrich supiese manejarse con mayor templanza, más serenamente sobre todo a la hora de preguntar y repreguntar, con mayor altura en los momentos de atacar a otros candidatos, contrariamente a eso, en momentos rozó los improperios y mantuvo un tono de agresividad hasta el momento desconocido, al menos para mí”.
De quién esperaba menos
“Esperaba menos de Agustín Rossi. El candidato del Unión por la Patria me sorprendió gratamente al mantenerse sereno y respetuoso inclusive en el momento de preguntar cara a cara a Victoria Villarroel -representante del espacio con el que evidentemente más antagoniza Unión por la Patria- sobre temas delicados como la entrevista que la candidata mantuvo con el dictador Jorge Rafael Videla. Inclusive mantuvo un tono sereno y respetuoso al emitir opiniones personales sobre Villarruel”.
¿Quién ganó?
“Acompañando al público que votó durante y después del debate, creo que la clara ganadora fue Victoria Villarruel. La candidata de La Libertad Avanza supo explicar con claridad sus propuestas, respondió con solidez y serenamente a todas las preguntas -incluso las más incómodas-, formuló preguntas incisivas y muy interesantes al resto de los participantes y supo hacer hincapié en la existencia de un plan dentro de La Libertad Avanza, aspecto en mi opinión fundamental para diferenciarse de los demás candidatos”.