

Lo que solía ser un fluido de gran caudal con concurrencia de lanchas y botes, ahora es simplemente un poco de agua por la extensa sequía que azota a todo el país. Se trata de la laguna Gómez que dejó de recibir agua y su desaparición es solo cuestión de tiempo. Algunos especialistas advierten sobre un “desastre ecológico”.
Si bien esta situación es preocupante, no es el único fenomeno provocado por la falta de agua y falta de lluvias en los últimos meses: el canal que conecta al reservorio de Agustina con el puente Morote y la desembocadura en la altura de la ruta 7 fueron algunos de los fenómenos ocurridos.
Los entendidos en la materia describen esta situación como un “desastre ecológico”, considerando que la cantidad de agua podrá recuperarse pero la flora y fauna tardará mucho tiempo en reponerse. Además, describió que aún estaban en recuperación por la sequía del 2018-2019 y ahora, deberán comenzar de cero.
La expectativa por las obras realizadas y la cantidad de agua que había era grande y la esperanza por solucionar estos inconvenientes existe pero el agua ”desaparece por arte de magia” según relató Facundo Diz, intendente de Navarro otra de las localidades afectadas.