jueves 23 de marzo de 2023 - Edición Nº1569

Opinión | 25 feb 2023

Economía

"No va a bajar la inflación", por Luis Secco

La inflación interanual alcanzó el 98.8% y, de mantenerse en esos niveles, se encamina a mostrar varios meses de inflación anual de tres dígitos.


En enero la inflación minorista fue del 6.0% mensual (versus el 5.6% que pronosticaba el REM y el 7.3% que midió CABA). De esta manera alcanzó el 98.8% interanual y, de mantenerse en esos niveles, se encamina a mostrar varios meses de inflación anual de tres dígitos. Para que no llegue a ese umbral la inflación de febrero debería ser inferior al 5.35%, lo cual luce difícil de alcanzar dadas las perspectivas poco alentadoras para los próximos meses: en febrero y marzo se verá el impacto del aumento de la carne (subió cerca de 40% en menos de un mes en el mercado ganadero) y el aumento de la salud y de la educación. A su vez, en el resto del año afectarán la sequía y la incertidumbre sobre las dinámicas de la deuda en pesos y la reservas, factores que presionarán sobre los dólares financieros y, por ende, sobre los precios.

Si miramos los números en detalle, la inflación núcleo dio 5.4%, mientras que los precios estacionales subieron 7.9% en enero y los regulados 7.1%. Según los datos del INDEC, la inflación núcleo lleva 12 meses consecutivos por encima del 4.5% mensual. La tasa promedio de incremento de dichos precios en esos 12 meses fue de 5.7% mensual (95% anualizado), mientras que el promedio del IPC fue de 5.9%, con precios estacionales creciendo por encima del promedio y precios regulados que lo hicieron por debajo del resto.

El dato de enero volvió a confirmar lo difícil que resulta bajar la inflación y aleja aún más la realidad de las pretensiones de las autoridades económicas de converger al 60%. Por el contrario, los argentinos estarán eligiendo presidente con una inflación que será entre 90% (si la inflación baja a 5.5% mensual desde febrero) y 112% (si la inflación sube a 7.0% mensual). Tal como puede verse en el gráfico, para llegar al 60% de inflación sería necesario converger a una tasa del xx% promedio a partir de febrero.

En enero, 7 de los 12 rubros que constituyen el IPC superaron el 6%. El rubro Recreación y cultura (+9%) fue el de mayor aumento, producto de la suba de precios de los servicios de turismo durante la temporada de vacaciones, y del servicio de televisión por cable; luego siguieron la división Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (+8%), impulsada en gran parte por el alza de las tarifas de servicios públicos; y la  de Comunicación (+8%), por las subas en los servicios de telefonía e internet. En tanto, el rubro “carne y derivados” subió apenas 3.9% en enero en GBA, pero pondrá fuerte presión en febrero y marzo.
 

En cuanto a la inflación interanual, 5 de los 12 rubros que mide el INDEC ya superan el 100 % de suba interanual. Cabe destacar, que en Argentina no hay una inflación interanual del 100% desde octubre de 1991 cuando la misma fue de 102.4%. En cuanto a las divisiones que más acompañaron a la inflación interanual encontramos a: la división Prendas de Vestir y Calzados (+120%); Restaurantes y Hoteles (+109.9%); Bebidas alcohólicas y tabaco (+103.3%); y Bienes y servicios varios (+102.6%). Por otra parte, entre los sectores que menor inflación interanual tuvieron encontramos a: Comunicación (+68.6%); Educación (+86.9); Recreación y Cultura (+91.6%); y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (91.5%). Por el lado de la categorización, los precios estacionales fueron los que sufrieron un mayor crecimiento de la inflación (+131.7%), luego, como ya dijimos viene la inflación núcleo (94.4%) y, por último, los precios Regulados (+93.5%).

No se puede pasar por alto que estas tasas se dan en el marco de acuerdos y congelamientos de precios que abarcan amplios capítulos del IPC. En consecuencia, bien podría concluirse que los datos ponen de manifiesto la total ineficacia de dichos acuerdos y congelamientos. Precisamente, esta semana, desde Economía se anunció que se solicitará a las empresas más información sobre sus costos (y su planificación de importaciones) y la ampliación del programa de “Precios Justos”; por cierto, sólo en lo que va del gobierno de Alberto Fernández dicha política obtuvo diferentes nombres como; “Precios Máximos” y “Precios Cuidados”, todos programas con malos resultados en la “guerra” contra la inflación.

En definitiva, una vez más, el Gobierno relativiza el funcionamiento de la macro y la urgencia de estabilizarla, y sigue apelando a medidas micro y sectoriales para intentar desinflar. Así, la toma de decisiones de inversión y empleo no sólo lidia en el día a día con la mochila pesada de una macro crítica e incierta, sino también con la volatilidad y arbitrariedad de normas y regulaciones costosas que atrasan y dejan al sector privado a la merced de cientos de funcionarios que parecen haber sido formados en oscuros rincones del más rancio anticapitalismo. Como repetimos en diferentes oportunidades, los acuerdos de precios son siempre un ticket seguro al fracaso, especialmente si los mismos no formar parte de un programa de estabilización que los combine con medidas fiscales y monetarias consistentes.

El Gobierno no quiere o no puede o no sabe cómo bajar la inflación, y se desentiende de sus causas operando sobre sus consecuencias. Las dinámicas macro de estos próximos meses no se modificarán demasiado. La inflación seguirá en el umbral del 6%/7% mensual y la actividad económica, volverá a mostrar su tendencia al estancamiento. Es decir, en el 2023 se cumplirán 12 años en los que el PBI no habrá podido escapar de los niveles de estancamiento, y la particularidad será que, tras 16 años con inflación de dos dígitos, la inflación alcance los tres dígitos.

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