Este protocolo, que se activará si el gobierno porteño consigue la aprobación de Presidencia de la Nación, implica también la habilitación para el ingreso a los negocios de una persona cada 15 metros cuadrados de superficie del local y la desinfección previa del calzado a través de una limpieza con dispositivos específicos.

El protocolo fue elaborado en conjunto por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad (Fecoba) y el Ministerio de Desarrollo Económico porteño, con miras a la reapertura de los locales de indumentaria y calzado que podría ocurrir el lunes 8, en la nueva etapa del aislamiento obligatorio dispuesta por la pandemia de Covid-19.

No estará permitido el acceso a la zona de los probadores para los clientes, sino que se podrá comprar la vestimenta o el calzado y retirarlo de la tienda. Si el talle no corresponde o por alguna razón se quiere devolver la mercadería, se podrá hacer la devolución y para eso se está trabajando con el área de Defensa al Consumidor, para generar una herramienta que le permita recuperar el dinero al comprador en una forma más rápida que la habitual.

Con la mercadería devuelta se activará otro protocolo: el comerciante tendrá que someter a la vestimenta o el calzado regresado a un sistema de desinfección antes de volver a ponerlo en venta que no podrá ser antes de las 48 horas.

Además, para ingresar al comercio se le exigirá a los clientes el uso del tapaboca, la limpieza del calzado con dispositivos específicos -como trapos de piso con lavandina- y la utilización de alcohol en gel para las manos.