Este jueves se llevó a cabo la primera reunión entre el Gobierno nacional y el Ejecutivo porteño para discutir el traspaso de 32 líneas de colectivos a la Ciudad de Buenos Aires, con su fijación de tarifas y los costos de subsidios.

De esta manera comenzó una disputa por $13.000 millones que puede llevar el boleto de colectivo arriba de los $40 en la Capital, por lo que el acuerdo no se concretó y las reuniones continuarán: sigue el conflicto por el precio del boleto y entró en discusión el rol de la provincia de Buenos Aires.

El encuentro se realizó en el Ministerio de Transporte de la Nación. Por un lado, asistieron el secretario de Transporte, Diego Giuliano; el secretario de Articulación Interjurisdiccional, Marcos Farina, y la subsecretaria de Planificación y Coordinación, Micaela Morán.

Por el otro, participaron el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, y la secretaria de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires, Manuela López Menéndez.

Durante la reunión, el ministro de Gobierno porteño reclamó que Nación convoque también a la Provincia de Buenos Aires para discutir el transporte en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires). Giuliano, por su parte, no descartó esa posibilidad.

De las 135 líneas de colectivos que circulan por la Ciudad de Buenos Aires, 103 son “interjuridiccionales”, circulan de un lado y otro de la General Paz, y 32 tiene recorridos que nacen y finalizan dentro de la Capital Federal.

En el Ministerio de Transporte nacional afirman que hasta el 2019, previo al comienzo de la pandemia, la Ciudad de Buenos Aires se hacía cargo del 81% de los subsidios para las 32 líneas, mientras que Nación cubría el 19%.

Con el inicio de la pandemia el Gobierno impulsó el “Fondo Compensador” para garantizar el funcionamiento del transporte para los trabajadores esenciales. Además, de acuerdo al Ministerio nacional, en 2020 Nación pasó a subsidiar el 59%, y en el 2021 el 56%, contra el 44% de los subsidios que hoy cubre CABA.

El Gobierno intentó nacionalizar la pelea y buscó el apoyo de los gobernadores del interior del país. En conversación con los mandatarios provinciales, el Ejecutivo afirmó que, con la reducción de subsidios destinados a la Ciudad de Buenos Aires, se ampliará el Fondo Compensador para el resto de las provincias.

Asimismo, avanza un reclamo entre varios mandatarios provinciales para discutir la política de subsidios no solo en CABA, sino en todo el AMBA (Capital y Gran Buenos Aires), que se llevó el 78% de los subsidios nacionales al transporte en 2021, y donde el boleto también cuesta $18.

El subsidio de las 32 líneas de colectivo que circulan en la Ciudad de Buenos Aires supone este año un gasto de unos $23.000 millones. En el Gobierno porteño reconocen que Nación cubre el 56% y CABA el 44%. El Gobierno nacional tendría que poner $13.000 millones.

“Un pequeño detalle que no cuenta el Gobierno es que Nación no corrige la tarifa desde el 2019. Los contratos son nacionales. La potestad de corregir tarifas es exclusiva del Gobierno nacional. Si ellos no corrigen tarifas, pasan dos cosas: o las empresas quiebran o tienen que hacerse cargo ellos de más subsidios”, respondió el Gobierno porteño.

El gobiernoo de Horacio Rodríguez Larreta le planteó al Ejecutivo discutir de forma integral el sistema de transporte del AMBA, que incluye unas 300 líneas de colectivos, entre Provincia, Ciudad e interjurisdiccionales.

“Esto no se resuelve discutiendo 32 líneas de la Ciudad. La tarifa de $18 está en Ciudad y en el conurbano. En valor absoluto, el subsidio que recibe la Ciudad es mínimo en comparación al de la provincia de Buenos Aires. ¿Vas a tener líneas de colectivo a $45 en la Ciudad conviviendo con otras de $18?”, añade el Ejecutivo porteño.

En la Ciudad de Buenos Aires creen que Nación pretende un aumento del valor del pasaje y que sea la administración porteña la que se haga cargo del costo político de la decisión, lo que aislaría a Rodríguez Larreta del resto de las provincias del país.

Además, consideran que el mantenimiento de la tarifa a $18 no surgió de un deseo de “cuidar a los usuarios porteños”, sino de mantener las chances electorales en el conurbano bonaerense, donde gobierna el oficialista Axel Kicillof.