![Con Messi en el predio de Ezeiza, la selección se prepara para enfrentar a Ecuador](./uploads/noticias/3/2020/10/20201006233244_captura-de-pantalla-2020-10-06-a-la-s-23-32-21.png)
![Con Messi en el predio de Ezeiza, la selección se prepara para enfrentar a Ecuador](./uploads/noticias/4/2020/10/20201006233244_captura-de-pantalla-2020-10-06-a-la-s-23-32-21.png)
En el Maracaná, luego de 28 años y al grito de “¡Dale campeón!”, la selección de fútbol alzó el trofeo más importante a nivel continental. Bastó un gol de Ángel Di María para imponerse por sobre su clásico histórico, Brasil. En este sentido, tras acceder a cinco finales de las últimas siete ediciones, la selección logró por fin festejar.
Ya no es un sueño. La imágen más esperada logró materializarse; ver al capitán de la albiceleste Lionel Messi ganar un título con la selección y levantar la copa. El “10” se consagró campeón del torneo continental y no estuvo solo; contó con el apoyo de un gran equipo que logró mantener la paciencia y cordura que ameritaba el contexto.
La selección transitó esta final con altos rendimientos individuales. Entre los más destacados, estuvo el arquero Emiliano Martínez, que mostró tranquilidad y templanza en todo momento. Otra de las grandes figuras fue Ángel Di María que además de ser el goleador de la noche, plasmó su maduréz, perspicacia e inteligencia en el mediocampo. Por su parte, Rodrigo De Paul, se transformó en un todoterreno, multitarea, corriendo, marcando, generando juego y por sobre todo, asistiendo y llegando a posición de gol. Sin dudas, el mejor jugador del partido.
El esfuerzo fue completamente colectivo. Todas las piezas del plantel funcionaron para formar a la perfección, el rompecabezas que luego se tradujo en la victoriosa foto final. El retrato que quedará en la memoria de los argentinos, incluye a Messi y compañía levantando esta merecida copa.
A partir del minuto veintiuno del primer tiempo y con el lucido gol de “El Fideo”, Angél Di María, para los hinchas fue todo ilusión, alegría, nervios y anhelo. Llegado el silbatazo final, se habilitó el desahogo de los fanáticos, que a pesar del contexto sanitario, marcharon de forma conjunta en diversos puntos del país.