El diputado nacional de Unión por la Patria y secretario gremial de la CGT, Mario “Paco” Manrique, aseguró que “ninguna reforma laboral creó puestos de trabajo” y advirtió que, tras el triunfo electoral de La Libertad Avanza, “se vienen tiempos difíciles para los trabajadores”.
En declaraciones a Splendid AM 990, el dirigente cuestionó las iniciativas de desregulación laboral impulsadas por el oficialismo y afirmó que “todas las reformas laborales se plantearon en épocas de crisis, porque lo único que quieren hacer es abaratar los despidos”.
Manrique, que también se desempeña como secretario adjunto del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), llamó a la CGT a tener una postura más activa frente a los cambios que promueve el Gobierno.
“La CGT tiene que dejar de buscar amigos en el poder y concentrarse en su verdadero objetivo, que es la defensa de los trabajadores. No alcanza con sacar comunicados: necesitamos una actitud más firme, más contundente”, planteó.
El legislador advirtió además que el escenario político tras la victoria de Javier Milei podría acelerar “un proceso que estaba planificado desde antes de las elecciones, con una reforma laboral y medidas que afectan directamente la vida cotidiana de los trabajadores”.
Por otro lado, de cara a la elección de autoridades de la CGT prevista para el 5 de noviembre, Manrique cuestionó el actual funcionamiento de la central obrera y remarcó que “si no se cambia el estatuto, la CGT va a seguir dominada por los mismos sindicatos. Hay cinco gremios que concentran más del 50% de los congresales y definen sobre la voluntad de los otros 200”.
En este sentido, el diputado consideró que la central sindical “no tiene posicionamientos claros” y atraviesa una crisis de representación: “La gente habla de la CGT y no tiene ninguna reacción ni a favor ni en contra. Es como si no existiera. Este no es momento para especular ni para andar por la vereda del medio: acá es blanco o negro”, enfatizó.
De esta forma, sin dejar de lado la autocrítica, Manrique insistió en que la Confederación debe “cambiar de actitud” y prepararse para “una etapa en la que el movimiento obrero va a ser puesto a prueba”.