

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva arribó este jueves a la capital argentina en el marco de la cumbre del Mercosur, donde se convirtió en el primer jefe de Estado en visitar a Cristina Kirchner desde que la Corte Suprema ratificó la condena que la mantiene en arresto domiciliario. El encuentro simbólico se realizó en el departamento de la exmandataria, ubicado en Constitución, y marcó un gesto político trascendente.
La visita fue autorizada por el juez del Tribunal Oral Federal 2, Jorge Gorini, que habilitó el ingreso de Lula y su comitiva al domicilio de Kirchner, con la condición de mantener la tranquilidad del vecindario. El gobierno brasileño indicó que este encuentro se produce tras una llamada de solidaridad que Lula mantuvo con la expresidenta luego de que la Corte consolidara su condena.
Este gesto de respaldo también subraya la tensión diplomática entre Brasil y Argentina: durante la cumbre, Lula no mantuvo una reunión bilateral con Javier Milei, quien además fue criticado por haber participado en un foro de ultraderecha el año anterior y haber evitado reunirse con su par brasileño.
El encuentro personal, en un momento en que Kirchner se encuentra aislada políticamente y bajo arresto, simboliza el surgimiento de una alianza ideológica y un mensaje regional: la sintonía entre ambos líderes va más allá de los cargos oficiales y funciona como un contrapeso al gobierno libertario.