

La Fundación Morelli celebró la sentencia dictada este miércoles por el Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de La Rioja, que condenó a prisión perpetua a Julieta Jimena Córdoba y Andrés Regino Bustamante por el brutal asesinato de la niña Zoe Natasha Rodríguez, de tan solo 4 años. El fallo reconoció el homicidio como triplemente agravado por el vínculo, alevosía y criminis causa, además de declararlo como un hecho de violencia contra la mujer y maltrato infantil.
La jueza Karina Cabral, junto con los magistrados Edith Agüero y Gustavo Farías, firmó la sentencia que también impone a los condenados tratamiento psicológico y psiquiátrico permanente, y ordena al Juzgado de Ejecución Penal informar de forma continua al progenitor de la niña víctima.
La presidenta de la Fundación Morelli, Bárbara Morelli, expresó: «Acompañamos el caso desde el principio. Durante más de un año y medio presentamos escritos exigiendo que la justicia fijara fecha de juicio, porque la causa estuvo paralizada demasiado tiempo. También llevamos a los familiares de Zoe al Senado y al Congreso de la Nación para visibilizar este crimen, logramos que se declare de interés un mural en su honor en el Parque Las Heras, y redactamos un proyecto de ley para que el filicidio no vuelva a quedar silenciado. Esta fue una condena ejemplar».
Desde la Fundación destacaron que la sentencia no solo representa un acto de justicia para Zoe y su familia, sino que también es una señal para que las instituciones actúen con debida diligencia reforzada ante cualquier señal de riesgo en la infancia, tal como establece el fallo en sus considerandos finales.
El proyecto de ley redactado por la Fundación Morelli —que aún no fue presentado— propone la creación de un registro federal de casos de filicidio y la incorporación de protocolos obligatorios de prevención, actuación y seguimiento. Además, el mural “Conciencia por las Víctimas de Filicidio”, realizado por la Fundación junto a organizaciones de defensa de la niñez, ya fue declarado de interés por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
«El nombre de Zoe no va a quedar olvidado. Su historia es un símbolo de lucha y un llamado urgente a proteger a los más vulnerables. Fue muy importante el rol de la prensa y sería importante que la política acompañe, sobre todo que se hable y trate en las legislaturas la cantidad de casos de filicidios que están ocurriendo en nuestro país», concluyó Morelli.