

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció este miércoles el levantamiento del paro nacional de colectivos, pero advirtió que el conflicto sigue latente: “De ser necesario, profundizaremos las medidas si las empresas y los funcionarios no nos quieren escuchar”, indicaron en un comunicado.
Durante todo el martes se mantuvieron negociaciones sin éxito entre el gremio, las cámaras empresarias y el Gobierno. La UTA reclama elevar el salario básico de $1.200.000 a $1.700.000, mientras que las cámaras solo ofrecieron un aumento escalonado del 6%, muy por debajo de lo exigido.
El paro dejó sin transporte a millones de usuarios en todo el país y afectó a más de 300 líneas de corta y media distancia. No obstante, algunas empresas como DOTA, Metropol y Misión Buenos Aires decidieron no adherir a la medida, manteniendo en circulación parte de sus flotas.
Desde la Casa Rosada calificaron el paro como “extorsivo” y anticiparon que intimarán a las empresas que no garantizaron el servicio mínimo obligatorio, en cumplimiento con la Resolución 212. Además, rechazaron el reclamo gremial, argumentando que el 40% de aumento pretendido “supera ampliamente las pautas oficiales”.
Durante la jornada se registraron incidentes en el Puente Pueyrredón, donde choferes de la línea 148 fueron reprimidos por la Policía Federal mientras realizaban una asamblea. Al menos dos personas resultaron detenidas.
Por parte del sector empresario, Luciano Fusaro (AAETA) aseguró que “no hay margen para aumentos si no se actualizan los boletos”, que permanecen congelados hace nueve meses. “El salario básico cayó como todos los ingresos, pero el problema es que tenemos ingresos congelados”, argumentó.
El conflicto también dejó al descubierto tensiones internas en el gremio: la conducción nacional de la UTA desmintió las declaraciones de Gabriel Gusso, quien se presentó como secretario gremial y habló de un paro por tiempo indeterminado. “No es miembro de ningún cuerpo orgánico del sindicato”, aclararon.
La situación permanece abierta, y las conversaciones continuarán en los próximos días. Desde el gremio reiteran que “la lucha por un salario digno no está saldada”, mientras el Gobierno intenta evitar una nueva escalada en el conflicto del transporte público.