En medio de un clima de creciente tensión, los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se movilizarán este jueves a las 11 frente a la sede central del organismo en Rivadavia 1439, en Ciudad de Buenos Aires, para expresar su rechazo a una posible fusión con otras áreas del Estado, que, según denuncian, podría dejar a unos 1.500 empleados sin trabajo.

La medida fue impulsada por la asamblea de trabajadores, luego de que trascendiera desde la conducción del organismo que el Poder Ejecutivo estudia fusionar el INTA con otros entes públicos, entre ellos el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), a través de un decreto que se encuentra en análisis.

Creado en 1956, el INTA es un ente público descentralizado con autarquía operativa y financiera, y actualmente cuenta con una dotación de 6.424 trabajadores desplegados en todo el país, según datos oficiales de 2024.

Desde la asunción de Javier Milei ya fueron dadas de baja dos iniciativas claves del organismo: Pro-Huerta y Cambio Rural. La primera promovía la producción de alimentos agroecológicos para el autoabastecimiento familiar y comunitario. La segunda era una herramienta de extensión rural con tres décadas de trayectoria financiada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.

“Estamos ante una amenaza directa al entramado científico y productivo del país. Esto no solo afecta a los trabajadores, sino también a miles de pequeños productores que dependen del INTA”, advirtieron desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).

El secretario de Convenios Colectivos del Consejo Directivo Nacional de ATE, Flavio Vergara, confirmó la realización de la protesta a pesar de que el gremio suspendió otras movilizaciones previstas para esta semana tras el fallecimiento del Papa Francisco.
“Esta marcha no puede esperar. Estamos defendiendo el rol estratégico del INTA y de cada uno de sus trabajadores”, sostuvo.

Cabe destacar que el INTA posee un Consejo Directivo con representación paritaria, en el que participan organizaciones de la Mesa de Enlace, entidades del agro como CREA, y facultades universitarias vinculadas al sector.

Los trabajadores alertan que la fusión implicaría un retroceso en el desarrollo científico y productivo, y que la pérdida de recursos humanos especializados podría poner en riesgo décadas de conocimiento acumulado al servicio del campo argentino.