El Gobierno nacional restó importancia a la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista, convocada en rechazo a los dichos del presidente Javier Milei en el Foro de Davos, donde vinculó a la comunidad LGBT con la pedofilia. Desde Casa Rosada calificaron la protesta como una movida “política” y aseguraron que no afectará la imagen del mandatario.

“No hay ninguna preocupación. Todo saldrá bien para el Gobierno porque estará toda la política”, expresó un asesor del Presidente a la agencia Noticias Argentinas. Desde el oficialismo buscan deslegitimar la convocatoria al vincularla con sectores de la oposición tradicional, como Unión por la Patria, la UCR y la Coalición Cívica, además de gremios como las dos CTA y parte de la CGT.

“¿Quiénes salen a movilizar? ¿Los mismos que no marcharon contra Alperovich, Alberto Fernández y Espinoza?”, ironizó un alto funcionario, en referencia a las denuncias de abuso y violencia de género que involucraron a dirigentes del peronismo.

Milei intenta bajar la tensión

Ante la repercusión de sus declaraciones en el Foro de Davos, el propio Milei recurrió a redes sociales para intentar aclarar su postura y acusó a sus detractores de tergiversar sus palabras. “Somos liberales. El respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo es parte de nuestro ADN”, sostuvo.

Además, el Gobierno difundió un artículo titulado "El diccionario zurdo", donde presentó su visión sobre las críticas. En él, se aseguraba que Milei no persigue a la comunidad LGBT, sino que rechaza los “privilegios” y la “expansión del Estado” a través de políticas de género.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, también dedicó buena parte de su primera conferencia de prensa del año a minimizar la polémica. “El Presidente defiende a rajatabla la elección de cada uno de los seres humanos”, afirmó, y sostuvo que su verdadero objetivo es combatir los “negocios” detrás del feminismo.

El Gobierno avanza con su agenda contra el feminismo

Mientras Milei intentaba suavizar el tono, el oficialismo ratificó su agenda contra políticas de género. Según fuentes de Balcarce 50, el Ejecutivo avanzará con la eliminación del femicidio como agravante en el Código Penal y la derogación del cupo laboral trans.

Sin embargo, la rápida reacción del colectivo LGBT y la masiva convocatoria a la marcha sorprendieron al Gobierno, que se vio obligado a recalcular su discurso. A pesar de los intentos de deslegitimar la protesta, la fuerte movilización del sector puso en jaque la estrategia libertaria y expuso un posible costo político para el oficialismo.