

En un gesto político significativo, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se reunieron el pasado martes en el polideportivo Alberto Balestrini de Lomas del Mirador. El motivo fue la entrega de 50 patrulleros destinados a reforzar la seguridad en el distrito más poblado de la provincia.
Este encuentro adquiere especial relevancia dado el contexto en el que se desarrolla. Apenas un día antes, trascendió en los medios la decisión judicial de procesar al jefe comunal por presuntos "tocamientos impúdicos" a su ex secretaria privada, además de ordenar un embargo sobre sus bienes por un monto de $1.500.000.
La presencia de Kicillof en el evento fue interpretada como un respaldo hacia Espinoza en medio de la controversia legal que enfrenta. Fuentes cercanas al Municipio aseguraron que el intendente "no tiene previsto solicitar licencia ni había considerado esa opción".
El acto también contó con la participación de la vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, quien anteriormente había ejercido el cargo de intendenta de La Matanza entre los años 2015 y 2019. Magario compartió el escenario con Kicillof y Espinoza, mostrando así un frente unido en un momento de turbulencia para el gobierno local.