

Jorge Macri asumió como jefe de Gobierno porteño y mantiene la hegemonía de Pro en el distrito. Desde la Legislatura, el exintendente de Vicente López dio su primer discurso como líder del Poder Ejecutivo de la Capital con un grupo de piqueteros que desplegaron sus columnas por el centro, al darse el aviso de que se reconocerá el derecho a huelga pero también el de circular. Además, aclaró que ese tema ya lo debatió con el presidente electo, Javier Milei, y con la futura ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
También anticipó que solicitará que se cumpla el fallo de la Corte Suprema que obliga al gobierno nacional a devolver a territorio porteño los fondos de coparticipación que fueron reducidos por la administración de Alberto Fernández.
Luego de agrader a quienes lo votaron y a su familia, Macri afirmó que en esta etapa defenderá las transformaciones que hizo Pro durante los 16 años en la Ciudad e irá por más. “La gestión no vive de los éxitos del pasado. No necesariamente lo que fue una solución hace algunos años vuelve a serlo en el presente”, señaló.
Entonces indicó que se necesita “recuperar orden” para así garantizar libertades. “No hay forma de gobernar evitando el conflicto, no hace falta buscarlo ni generarlo, pero la gente espera ejercer todas sus libertades: la de manifestar, sin dudas, pero también la de circular, estudiar, trabajar o simplemente pasear por esta ciudad de Buenos Aires”, afirmó Macri, que dejó un mensaje para las organizaciones sociales que usualmente llevan sus reclamos al centro de la Capital y complican el tránsito por esa zona.
“De estas garantías he estado hablando con el pronto a asumir presidente Javier Milei y además con Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad. Vamos a trabajar en equipo para garantizar esas libertades, las de todos”, destacó el jefe de Gobierno y dejó claro que buscará apoyo a nivel nacional en su intento de disuadir las marchas que originaron tensiones en la administración de Rodríguez Larreta los últimos años. En ese sentido, Macri buscó acercarse tanto a Milei como a Bullrich, que tienen posturas duras contra los piqueteros.
Con la premisa de que la Legislatura debe ser “la casa de los acuerdos”, el mandatario aseveró que su objetivo no es “disputar poder”, sino construir puentes y luego resaltó que continuará con el reclamo por la coparticipación. “Representar a los porteños es defenderlos. Lo vamos a hacer reclamando que se cumpla el fallo de la Corte que ordena restituir los fondos de coparticipación que el gobierno saliente nos quitó en forma unilateral y contraria a la Constitución”, comentó en cuanto a un reclamo que inició su antecesor.
Con respecto al área de seguridad planteó que pondrá en discusión el concepto de “reiterancia” en vez de reincidencia y sostuvo que su misión será “proteger la vida”.
Asimismo, consideró que lo más relevante que tiene la Ciudad “es el privado” y dentro de ese grupo incluyó a los emprendedores, a los que “sueñan con superarse” y a los que “logran subsistir pese a las condiciones adversas”. “Lo más importante que tiene esta ciudad es su gente y por eso necesitamos ayudarla. Una de las propuestas es la creación de una ventanilla única para la habilitación de actividades económicas, porque necesitamos quitarle el peso de encima al privado para que pueda generar empleo; porque si le va bien a la Argentina, le va a ir mucho mejor”, sostuvo.
En una búsqueda de imprimir cohesión, pidió a los legisladores trabajar en conjunto: “Desde hoy tenemos el honor y la responsabilidad de representar a los vecinos que nos pusieron acá. Les agradezco a quienes hoy terminan su mandato. Le deseo el mejor de los éxitos a mi equipo, muchos de los cuales vienen de la gestión que termina y que me acompaña de Vicente López”.
“Espero estar a la altura del desafío”, concluyó. Como parte del desafío de gobernabilidad que tendrá por delante, el exintendente de Vicente López conformó su gabinete como un mosaico, concretó alianzas con espacios de diferentes colores políticos y ubicó a personas de su confianza en lugares estratégicos.