Los datos fiscales de la provincia de Buenos Aires al 2° trimestre de 2023 mostraron el gran deterioro interanual, con un déficit operativo de $93.000 millones, un déficit primario de $186.000 millones y un déficit fiscal de $211.000 millones.
En relación a ello, durante una entrevista, el presidente electo Javier Milei, dio detalles sobre su plan económico: “Va a haber seis meses que van a ser muy duros” y sostuvo que "no se negocia el equilibrio fiscal. Ministro que me gasta más, lo echo”.

“El ajuste va a venir de todas maneras”, aseguró Javier Milei y añadió: “El plan más parecido al que nosotros proponemos es el de la convertibilidad”.

Teniendo en cuenta que uno de los principales puntos de la campaña de Javier Milei, es lograr el equilibrio fiscal, reduciendo la inversión del Estado en diversas áreas, no sería extraño que dichos datos fiscales fueran un incentivo más para reducir el déficit a través de recorte de presupuestos, lo que no es más que mantener las mismas proporciones de ingresos por sobre la previsión de gastos; o, en otras palabras, "que entre más que lo que salga". En este sentido la principal incertidumbre es por cuánto habría que recortar para dejar atrás el déficit actual.
De acuerdo a un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), si se tiene como base el resultado fiscal proyectado para este año, del 4,9% del PBI, se requiere una baja del 25% del gasto primario. En términos de Producto Bruto Interno, esto implicaría volver al nivel de gasto del 2007: "El presidente electo y su plataforma han reafirmado en varias ocasiones su compromiso de lograr el equilibrio fiscal sin recurrir a un aumento en la carga tributaria. Según sus declaraciones, la estrategia se centra en la reducción del gasto público, centrándose en la eliminación de la obra pública, de las transferencias no automáticas a provincias y posiblemente de los subsidios a la energía".

Con respecto a los rubros afectados, el subsidio a la energía es el que tiene más preponderancia, con un gasto en 2023 de $4 billones, un 1,69% del PBI. Es importante destacar que el Estado cubre, en promedio, más del 70% del costo de la energía que llega a los hogares.

El documento explica que, con la eliminación de los envíos de fondos estatales a estos puntos, el gasto primario se ubicaría en 15,9% del PBI, alcanzando un superávit primario del 1,2% del PBI. En montos de recursos, simbolizaría unos $11.754.000 millones.
En ese mismo escenario permanecería un déficit fiscal del 0,9%, debido a los intereses de deuda que paga el país a raíz de los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional por el préstamo solicitado por Mauricio Macri en 2018.
Además, analiza el porcentaje de gasto en el período 2023 para otros aspectos que forman parte del gasto público y del que Milei mencionó en diversas oportunidades, como los programas sociales (2,11% del PBI), transferencias a universidades (0,66%), y subsidios al transporte (0,5% del PBI), entre otros, como la privatización de empresas públicas y la reducción de costos administrativos.

La incertidumbre en relación a esta política surge por el financiamiento del Estado en caso de que se dé la masiva reducción impositiva que busca aplicar, por lo que la baja en el gasto público será incluso mayor que la reflejada en el escrito de IARAF, ya que éste refleja los gastos del 2023 y analiza la preponderancia de los mismos con los ingresos del mismo período, siendo que se verá incrementando por la política tributaria que buscará aplicar Milei desde el 10 de diciembre.