A menos de dos semanas de concluir el mandato, el Gobierno efectuará su última licitación de deuda. La medida final del secretario de Finanzas, Guillermo Setti, buscará completar el calendario de financiamiento de una gestión que cerrará con un déficit primario de entre 2,5% y 3% del PBI.

En dicha operación el Gobierno ofrecerá un conjunto de bonos indexados a la inflación (Boncer), al tipo de cambio (dólar link) y un Bono Temático Sostenible (ajusta por CER), que se ofreció en la licitación de la semana pasada y busca financiar programas como el Conectar Igualdad o la construcción de acueductos.

La medida será con montos menores a otras licitaciones recientes que debió llevar a cabo el Gobierno, por lo que no implica un gran desafío. A pesar de ello, formará parte de la herencia que recibirá la administración de Javier Milei. Según lo informado, el objetivo es reunir US$100 millones para los títulos nominados en dólar estadounidense (dólar link) y $50.000 millones para los instrumentos en moneda local.

De acuerdo a los datos oficiales publicados por la Secretaría de Finanzas, los tres bonos ajustables por inflación ofrecidos en esta ocasión tienen vencimiento en 2024 (14 de octubre y 13 de diciembre) y en 2025 (14 de febrero). En tanto, el bono dólar link tiene plazo al 31 de marzo de 2025.

La licitación se da en la semana en la que el Gobierno enfrenta vencimientos por solo $2 millones: Un pago correspondiente al cupón del bono TX31. 

Por otro lado, la semana pasada el Gobierno enfrentaba vencimientos por $1,52 billones y logró reunir $1,76 billones en el mercado, en una licitación de instrumentos que implicó la colocación de nueva deuda por $233.473 millones. El financiamiento reunido en estas colocaciones llegó a $5,24 billones.

Los bonos más solicitados en la última licitación fueron los relacionados con la evolución del tipo de cambio oficial. Dicho escenario muetra las proyecciones del mercado con respecto a la devaluación de la moneda y una consecuente búsqueda de cobertura cambiaria.

En ese sentido, la última licitación de deuda en la gestión Fernández-Kirchner concluirá los números de un gobierno que finalizará con un incremento en el endeudamiento externo de la Argentina, que creció llegó a niveles récord.

De esta manera lo muestran las cifras de la Secretaría de Finanzas, que marcan que a fines de octubre (últimas disponible), la deuda bruta del sector público nacional llegó a los US$419.291 millones, con un alza de US$12.680 millones (3,14%) solo en octubre. En el acumulado de la gestión Fernández-Kirchner, la deuda bruta de la administración central creció en US$96.226 millones, de acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Economía.

El número contempla tanto la emisión de títulos públicos como los créditos de organismos externos (FMI, Banco Mundial, BID, entre otros) y los adelantos transitorios que el BCRA entregó al Tesoro. De acuerdo a los datos oficiales, un 36% de la deuda total de la administración central está emitida en moneda local (el equivalente a US$149.756 millones). De ese total, un 58% está emitido a tasa ajustable.

Por otra parte, el 64% (US$267.056 millones) de la deuda de la administración central está emitida en moneda extranjera. De ese monto, el 81% son en dólares y un 16% en DEG (la moneda del FMI).

En un contexto de deuda creciente y fragilidad en el activo del Banco Central (su tenencia de reservas netas es negativa en más de US$10.000 millones), el calendario de corto plazo impone desafíos urgentes.