Mauricio Macri tomó las riendas de la campaña de Javier Milei, quien quedó preso de sus propuestas puristas, y debió conformar una sociedad con Juntos por el Cambio para intentar superar a Sergio Massa en el balotaje del 19. Con esto, el líder libertartio pague quizás un costo, algo bajo por cierto, de perder algunos de sus votos duros, pero sabiendo que esos mismos electores no optarán por cruzarse de vereda más allá del desencanto.

En diálogo con este medio, el presidente de ASACOP, Maximiliano Aguiar, hizo un análisis de esta carta que jugó el candidato de la Libertad Avanza de cara a la segunda vuelta que se avecina.

“UNA MOVIDA LÓGICA, PERO SIN PREPARACIÓN, DEJA ESQUIRLAS”

Considero que este movimiento de Milei/Macri deriva de un error anterior, de la campaña del propio Milei, quien una vez obtenido el resultado de las PASO, y entendiendo la lógica que tiene el sistema electoral y que de PASO a Generales requiere un proceso de ampliación de la base de sustentación política, no lo hizo. Hizo una campaña de reafirmación de principios en vez de hacer una de ampliación de base de sustentación, y esto lo lleva a la necesidad de reenfocar su campaña para intentar ampliar esa base que le permita ganar el balotaje. No le queda otro camino que abrir el juego y eliminar un poco de su purismo. 

En ese contexto, Macri, tras hacer ese juego previo de poner un pie en una vereda y otro, en la otra, queda en una posición que le permite, lejos de quedar fuera del juego político de manera anticipada al igual que Bulrrich, ingresar en una campaña que lo había tenido prácticamente ausente. 

Patricia Bullrich intenta no caer en el olvido 48 horas después de la derrota, y ganar una sobrevida desde ese lugar. Es una movida que tiene lógica, pero como no fueron preparadas en la previa como sí hizo Massa cuando llama a un gobierno de unidad nacional antes, Milei tuvo que hacer un movimiento en una baldosa. Y cuando surgen estos movimientos bruscos suelen dejar esquirlas que es lo que le está pagando en esta etapa, respecto a un potencial desencanto de grupos que quieren correrse. No hay que olvidar, que hay dos opciones: Milei o Massa. Y en esto sus votantes votan a él o nada, no hay mucho votante a pescar en ese espacio político.

El éxito o no se verá en la campaña, lo que sí es claro, es que de seguir por el mismo camino, sus posibilidades crecimiento hubieran estado limitadas. Juega una carta fuerte en una situación compleja, con un equipo de campaña y un candidato amateur, con el objetivo único de intentar revertir una tendencia que de cara al balotaje le había sido bastante inquietante en término de resultados y que no tenía una perspectiva útil para su campaña.