lunes 25 de septiembre de 2023 - Edición Nº1755

Rosca | 11 sep 2023

ENTREVISTA CON EL ECONOMISTA LUIS SECCO

Sí o no a la dolarización: la opinión de un profesional y de los argentinos en general

El 50% de los encuestados sostienen que no es factible la propuesta que promueve el candidato Javier Milei. Qué dicen las teorías


¿Sí o no a la dolarización? Javier Milei sostuvo su idea de dolarizar la economía, aunque el 50% de los argentinos, es decir que muchos de los que incluso votaron por su proyecto, no lo creen o no lo ven factible.

La mitad de los consultados cree que "no es deseable ni posible" implementar esta idea, mientras que un 19% asegura que "es deseable, pero no posible". De esta manera, solo 1 de cada 4 argentinos opinó que realmente la dolarización se puede hacer efectiva.

"Un 50% de los encuestados cree que no es posible/deseable dolarizar la economía Argentina. Entre los votantes deUP, la idea es rechazada en un 92%. En JxC, la mayoría también la rechaza (48%), pero un 38% piensa que esdeseable pero impracticable. Los votantes libertarios creen en un 73% que se puede dolarizar la economía del país", señalan desde la consultora al respecto.

¿Qué dicen los profesionales?

En una entrevista con Periodata.com, el economista Luis Secco manifestó que cuando se habla de dolarizar, se deben tener en cuenta varios factores y que la cuestión más importante es determinar a qué tipo de cambio se convierten pesos por dólares.

Secco, quien fue Asesor económico de la Presidencia y Director General de Análisis Estratégico de la Secretaría de Inteligencia de Estado entre marzo 2000 y enero 2002 y  entre diciembre de 2016 y febrero de 2017 se desempeñó como Jefe de Gabinete de Asesores del Banco de la Nación Argentina, es actualmente asesor financiero y entiende además, que “la escasez de reservas cantantes y sonantes y la exuberancia de pasivos en el balance del BCRA torna prácticamente impensable que se pueda llevar a la práctica la dolarización física”.

¿Ve posible dolarizar la economía? Cuál es la diferencia entre dolarizar y el sistema bimonetario que propone juntos por el cambio?

-“Cuando se aborda el tema dolarización se lo hace desde dos soluciones alternativas. La más extrema pasa por la sustitución total de los pesos existentes por dólares. En tal caso, hay que definir varias cuestiones; la más importante a qué tipo de cambio se convierten pesos por dólares. O puesto de otra manera, con cuántos dólares se cuenta y a partir de allí cuál es el tipo de cambio al cual se pueden sustituir los pesos por dólares. La otra alternativa es la de declarar el curso legal del dólar, y permitir que “compita” con el peso en todas las funciones de éste. Se trataría básicamente de permitir la libertad de elección de monedas (el deudor elige la moneda: el empleador, el que paga impuestos, el que paga algún consumo, etc.). En este caso, no sería necesario establecer un tipo de cambio de conversión por cuanto no habría sustitución física forzosa y el tipo de cambio seria el que se determine en un mercado totalmente libre. Pero ello no implica que no se corra un riesgo significativo de que se produzca inicialmente una aceleración nominal difícil de controlar.

¿Qué se necesitaría para hacer eso?

-”La escasez de reservas cantantes y sonantes y la exuberancia de pasivos en el balance del BCRA torna prácticamente impensable que se pueda llevar a la práctica la dolarización física (la variante de sustitución total de pesos por dólares) rápidamente, a menos que se cuente con un financiamiento excepcional de parte del sector privado o de algún organismo internacional o del Tesoro o de la Reserva Federal norteamericanos. De tanto en tanto surgen algunos rumores de que dicho financiamiento estaría disponible. Pero por el momento no hay nada concreto”.

¿Puede ser una solución?

-”Empezar discutiendo cuál será el régimen monetario a partir de 2024 es empezar por el final. No hay atajos. La dominancia fiscal y el peso muerto de un Estado infinanciable e ineficiente (costoso) están el origen de la inviabilidad monetaria de la Argentina. Hemos intentado con todos los regímenes monetarios disponibles pero nunca se ha intentando mantener la disciplina fiscal por más allá de algunos pocos años. Se puede poner toda la creatividad disponible para atar de manos a funcionarios fiscalmente irresponsables mediante algún arreglo cambiario/monetario. Pero la efectividad de cualquier iniciativa termina chocando, irremediablemente, con la falta de credibilidad y la expectativa de transitoriedad que despierta esa genética irresponsabilidad”.

“Existen a su vez otras cuestiones importantes que hacen a la naturaleza de los shocks y de los ciclos económicos que enfrentan la Argentina y los Estados Unidos (o cualquier otro país que emita la moneda que adoptemos). Por lo general la utilización de una tercera moneda o una moneda común requieren que exista cierta sincronicidad entre ambas economías (el concepto de área monetaria óptima resume en buena medida esas condiciones necesarias para que la adopción de una moneda que no es la propia pueda funcionar y durar en el tiempo). Probablemente, si alargamos un poco el horizonte tal vez la adopción de otra moneda pueda ser una solución para la Argentina. Pero si tomamos un ejemplo que funcionó, sobre todo para los países con monedas más débiles, como lo es el Euro, hubo un largo período previo de convergencia macroeconómica que desembocó finalmente en la adopción de una moneda única”

¿Por qué cree usted que Milei hizo tanto hincapié en dolarizar durante su campaña? ¿Es posible cerrar el banco central?

-”Creo que Milei logró atar (inteligentemente) el concepto de dolarización con el de cerrar el Banco Central como sinónimos de frenar de cuajo la inflación. Que es por cierto una de las demandas más nítidas que hoy tiene la mayoría de los argentinos. Sin embargo, ambas propuestas no son sencillas de aplicar rápidamente y tengo mis serias reservas sobre su deseabilidad.  No es fácil ganar credibilidad y cambiar drásticamente y rápidamente las expectativas si no se percibe un cambio radical de la política económica. Y una forma de dar esa señal de cambio es a través de un nuevo arreglo cambiario monetario (entre los cuales la dolarización es una de las opciones). Además un nuevo diseño monetario permitiría comprar tiempo para ir haciendo lo que hay que hacer; porque con una macro estable, sin inflación, es más fácil llevar adelante una agenda fiscal y estructural antipática. Y aquí yace un riesgo importante a la hora de evaluar la viabilidad de una dolarización en Argentina. Porque cualquier régimen monetario es vulnerable mientras haya dominancia fiscal. Por lo que, para discutir un régimen cambiario que sirva como instrumento de estabilización, el ajuste o la austeridad fiscal es una condición necesaria irrenunciable. Y dejar para más adelante la agenda fiscal ha sido, es, y seguirá siendo una invitación a posponer la austeridad y dejar con vida la dominancia indefinidamente. De ser esto así, cabría preguntarse entonces, para qué impulsar un determinado arreglo cambiario/monetario si después de todo lo que importa es si habrá o no una firme determinación de alcanzar el equilibrio fiscal. Una respuesta posible es que necesitamos mostrar desde el vamos y rápidamente que el set de política económica se modifica por completo. No más déficit fiscal y no más emisión monetaria para financiarlo por diseño y no sólo como resultado de un compromiso de determinados funcionarios (o de resultas de un compromiso con el FMI). Pero, atención, incluso la dolarización total es vulnerable a la falta de austeridad e indisciplina fiscal que caracterizan a la economía argentina. No es difícil imaginar el siguiente diálogo entre un próximo Presidente y su Ministro de Economía:
    - Presidente: “No podemos seguir así. Vamos a perder las elecciones”
    - Ministro: “Ya no tengo más margen para más déficit; no podemos subir impuestos         y no consigo financiamiento de ningún lado.”
    -Presidente: “Y si emitimos una cuasi-moneda? Ayer…”
    -Ministro: “No, sería volver atrás todo…perooo…”
    -Presidente: “Ya sé, la vamos a llamar Peso"

¿Cuál es la diferencia entre dolarizar y la convertibilidad que realizó en su momento el gobierno de Menem?

-”Es una muy buena pregunta. La Convertibilidad era una regla monetaria muy clara y estricta. El Banco Central solo podía emitir pesos si había una contrapartida en dólares. Obviamente si la dolarización es total (cambio físico de pesos por dólares y desaparición del peso), ya no habría necesidad de regla monetaria alguna. Si en cambio, se adopta la variante de darle al dólar la posibilidad de competir en todos sus usos con el peso, el peso subsistiría (y muy probablemente el Banco Central también) por lo que sería necesario alguna regla monetaria o cambiaria. En tal sentido, tanto del entorno de Patricia Bullrich como el de Javier Milei se ha mencionado la posibilidad de prohibir la emisión de pesos por motivos fiscales (o sea que el BCRA no podría financiar al Tesoro emitiendo pesos). Eso sería un buen punto de partida para anclar expectativas mientras se gana en credibilidad y reputación mientras subsistan los pesos y exista un Banco Central”.

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