jueves 27 de junio de 2024 - Edición Nº2031

Rosca | 15 jun 2023

Interna feroz

El comunicado que nadie esperaba y el nuevo nombre de la alianza

Máximo Kirchner pretendía fijar la base para integrar las listas en el 40% de los votos de la coalición, pero se negoció que sea del 30%


A través de un comunicado el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, bajo la dirección de Máximo Kirchner, dinamitó el clima de conformidad que se buscaba instalar. En el final de un día en el que las negociaciones de forma personal, telefónica o virtual para concluir las alianzas frente a las próximas elecciones fueron permanentes, la misiva apuntó directamente a Daniel Scioli y Alberto Fernández, con críticas a ambos.

Todo indica que finalmente habrá PASO, como buscaban Scioli y Fernández, pero también que lo sucedido pronostica una interna feroz. Tanto o más que lo que se vivió hasta ahora internamente en el propio oficialismo. Con nuevo nombre del espacio, que pasó a ser Unión por la Patria, lo que esta en juego es la continuidad o no de un proyecto que nació en 2019 y rápidamente se convirtió en una convivencia convulsa.  

El reglamento quedó establecido en que el piso para la minoría será del 30% de los votos válidos de la interna, ingresando en la lista de diputados en los puestos 4, 9, 12 y, en el mejor aunque poco probable de los casos, el 17. Dicho punto marca una diferencia sustancial con lo que se buscaba inicialmente. El piso histórico del Partido Justicialista fue del 25% y el kirchnerismo pensó hasta en un 40% para dificultar los planes de Scioli, con el ingreso de diputados de la minoría a partir del puesto 10, lo que finalmente no resultó.

En las horas previas distintos actores del oficialismo señalaban que el clima de negociación era positivo, con una primera reunión en la primera parte del día entre Máximo Kirchner y Alberto Pérez, en representación del sciolismo. Luego, se mantuvieron en contacto durante el resto del día.

La principal molestia pasaba desde las filas del kirchnerismo por la amenaza por parte del sciolismo de la judicialización de cara a la posibilidad de que se terminara imponiendo el 40%. “Una cosa es la voluntad y otra la responsabilidad. Ellos venían victimizándose y amagando con ir a la justicia y no podía terminar así. Primó la responsabilidad”, afirmaban cerca de Máximo Kirchner.

“Ojalá hubieran puesto la misma dedicación y esfuerzo en recuperar el poder adquisitivo de ciudadanos y ciudadanas, en la administración de las reservas del Banco Central de la República Argentina, o en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, sostuvo el comunicado, separándose una vez más en lo discursivo.

Con respecto al embajador en Brasil enfocaban las miradas en La Cámpora, por el origen del comunicado en el PJ Bonaerense, liderado por el legislador santacruceño. “El comunicado vino de ellos. Hasta último momento todo fue bien, en buenos términos, después insultaron en público desde el PJ de la provincia, que no es representativo, pero en todo momento todo fue bien y terminaron aceptando”, sostuvieron.

El acontecimiento fue la gota re revalsó el vaso en una previa en la que tanto desde el kirchnerismo como el massismo se quiso desalentar las PASO y evitar ceder lugares en las listas. A pesar de que en La Cámpora aseguraban que el propósito no era bloquear la candidatura de Scioli, sí reconocían que buscaban fijar requisitos exigentes.

Máximo Kirchner anoche se había comunicado con Juan Manuel Olmos para comunicarle que el partido ParTE, el sello fundado por Alberto Fernández en 2012 y que promueve la candidatura de Scioli, estaba invitado a formar parte del cónclave en Matheu. Asimismo, el fundador de La Cámpora mantuvo su reunión a solas con Pérez.

En ese sentido, el punto más sensible de la negociación fue representación de las minorías. Hasta el momento, la intención de Máximo Kirchner y Massa era fijar el piso del 40% y que la lista perdedora se integre a la nómina de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires recién en el décimo puesto. Asimismo, un importante colaborador de La Cámpora apuntó: "El Congreso que se viene tiene que ser potente, no puede entrar cualquiera a la nómikna definitiva".

Por otro lado, en el campamento de Scioli y de Victoria Tolosa Paz, que busca ser candidata a gobernadora bonaerense, querían fijar el piso en el 25% y apelar al sistema D’Hondt para la integración de las listas.

En la sede de Matheu del PJ primaba una postura salomónica, con un piso alrededor del 33%, con un sistema de dos variables: si la lista que salía segunda obtiene hasta el 39% de los votos del frente, habría un tipo de integración, mientras que en el caso de que la lista perdedora logre más del 40% de los votos de la alianza, habría una distribución más beneficiosa para los derrotados en la PASO.  

Asimismo, Gildo Insfrán, presidente del Congreso del PJ y quien tiene la lapicera para anotar a la alianza, recibió en Matheu a los representantes de los partidos de la alianza. Entre otros, circularon por allí Claudio Ferreño (ParTE), Carlos Castagneto (Kolina) y Diana Conti (Partido de la Victoria).

Los principales titulares de los partidos chicos entendían que el kirchnerismo y el massismo, en matrimonio político, pretendían dificultar el camino a Scioli y a los otros aspirantes a candidatos presidenciales que solicitan una PASO. "Se busca una candidatura única y, si no, a lo sumo dos fórmulas. No va a poder anotarse cualquiera", comentó a un importante referente K que, por sus contactos telefónicos de las últimas horas, percibe la línea que se está definiendo en la cúpula.

La voz más resonante fue la de Aníbal Fernández, apoderado de Scioli, quien advirtió que si Máximo Kirchner fijaba condiciones imposibles para la competencia recurriría a la Justicia “para que ponga las cosas en su lugar”. Por último, Tolosa Paz apuntó en declaraciones en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada: “Escriban el reglamento que escriban, Scioli y yo vamos a hacer precandidatos”. 

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