

El impacto de la inflación en el bolsillo de los trabajadores repercute de distintas maneras. Es por ello que en algunas dependencias de la administración pública de Buenos Aires comienza la preocupación vinculada con las recategorizaciones que aún no impactan en los salarios.
En enero se firmó un acuerdo, en el marco de una mesa técnica, para que las recategorizaciones alcanzará a quienes tengan más de 4 años de antigüedad con 2 categorías y quienes que tengan más de 2 años y menos de 4 años con una categoría a partir del 1º de abril de 2023. Además, se solicitó que aquellos trabajadores que hayan llegado a la categoría máxima (unos 8.500 trabajadores) perciban una bonificación que compense la imposibilidad de recategorización, un 20% del básico, en tanto que en materia de titularizaciones, por única vez van a titularizar aquellos que tengan mas de 10 años de antigüedad como trabajadores y tengan 3 años de manera consecutiva o 5 de forma interrumpida en el cargo de jefe de departamento o subdirector. En este caso se les otorgará la categoría 21 a los jefes de departamento y la categoría 24 a los subdirectores.
La demora que inició las consultas, radica en que esta mesa debe ser convalidada mediante un acto administrativo que en este caso es un decreto "que está al caer", admitieron fuentes sindicales consultadas. Se trata de un instrumento "que en el mejor de los casos demora tres meses en salir". Si bien el sistema "está preparado para que cuando salga el decreto se pueda liquidar de inmediato, necesitamos que salga antes del 15 de junio para que los trabajadores puedan cobrarlas en julio". Actualmente, la demora en la liquidación de las recategorizaciones acumula dos meses, pero quienes las percibirán vale aclarar que será retroactiva al 1º de abril.
Como producto del proceso inflacionario, y a días que la Provincia tuviera que anticipar el tercero de los desembolsos en que se acordó la paritaria salarial del primer semestre, los gremios van a formalizar de un momento a otro el pedido a que se los convoque nuevamente para discutir salarios. Y esta nueva negociación tendrá una particularidad y es que la pauta que se discuta será mensual.
En ese sentido, desde los gremios están aguardando que salga el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo para que los convoquen "a discutir, porque la inflación otra vez está muy alta".
Los estatales concluyeron una paritaria del 40% y la inflación acumulada es del orden del 43%, por lo que la idea "es recuperar esos puntos abajo, discutir junio y a lo sumo julio", pero no más allá. Y en este caso no sólo porque la inflación modifica los escenarios todos los meses, sino también porque en agosto son las PASO.
Gremios y Provincia mantienen discusiones informales para avanzar sobre el tema en dos sentidos: lograr un acuerdo sobre el aumento y que ese entendimiento se pueda liquidar de manera inmediata, de manera que además de percibirse en julio tenga impacto en el aguinaldo. De todos modos no se descarta que de no ser así se pueda negociar un porcentaje algo mayor.
Por último, y en consonancia con el reclamo de algunos sectores políticos del oficialismo, "se está viendo la posibilidad de incorporar una suma fija" que actúe como un refuerzo.