

Con el propósito de evitar que los dólares financieros se acerquen a la barrera de los $500, desde el 25 de abril pasado el Gobierno tomo la desición de intervenir diariamente las cotizaciones a través del mercado de bonos. Ya se destinaron más de US$700 millones para efectuar esta medida, lo que explica por qué al Banco Central (BCRA) le cuesta hacerse de dólares, a pesar del Programa de Incremento Exportador (PIE). Sin embargo, la dinámica terminó ayer, luego de que el oficialismo dejó ir al MEP y al contado con liquidación (CCL) hasta alcanzar nuevos récords nominales.
Desde el Ministerio de Economía deslizaron que la decisión fue para cortar con ciertas “maniobras financieras”. Pero los días previos, el mercado tomó nota de que un dólar MEP a $440 era un precio “muy intervenido”.
“El problema es que tenías dos precios distintos. El volumen del MEP subió mucho por distintos rulos que podías hacer. Hoy [por ayer] cortaste eso. Murió ese spread”, afirmaron a LA NACION fuentes cercanas al ministro de Economía, Sergio Massa.
Los esfuerzos del oficialismo para contener a los dólares financieros se concentraron en el mercado de bonos AL30 y GD30, los dos activos más empelados por los ahorristas, lo que explica por qué entre una misma cotización de MEP o contado con liquidación, activos que surgen de la compra de bonos en pesos y su posterior venta en dólares, se produjeron brechas de hasta $30 y por qué, sin las intervenciones oficiales, dichos valores saltaron hasta 7%.
“El principal motivo por el cual había diferencias entre las cotizaciones es porque el Banco Central o el Tesoro decidieron intervenir sobre un activo. Generalmente, eligen los que más movimiento tienen, para que el impacto llegue mejor al resto del mercado. El BCRA o el Tesoro también compran y venden los bonos, para que la cotización llegue a niveles cercanos a lo que ellos consideran aceptable”, detalló el analista financiero Christian Buteler.
El dólar MEP funciona a nivel local y se popularizó con la llegada del cepo cambiario, porque le permite a los argentinos dolarizarse sin el límite de US$200 mensuales del dólar ahorro y con pocas condiciones para su acceso. Para hacerse de dólares MEP, el inversor tiene que comprar un bono en pesos (como el AL30) y revender el mismo título contra dólares (AL30D). Al dividir los diferentes valores de los títulos soberanos, da como resultado una cotización. Hasta el miércoles, el MEP AL30 se ubicaba en los $448; con GD30, en los $444; y con GD35, a $452. Hasta ayer, todos los valores se encontraron en torno a las $474.
Por su lado, el dólar contado con liquidación se utiliza para girar las divisas a una cuenta bancaria fuera de la Argentina, por lo que su valor suele ser más caro. En este caso, el ahorrista compra un bono en pesos (AL30) y lo revende contra dólares especie “C” (AL30C). Así, un día antes de que el Gobierno deje de intervenir, el CCL AL30 se vendía a $455; con GD30, a $454,36; y con cedears (acciones), a $485,50. Este jueves, las cotizaciones intervenidas saltaron $30 y los valores convergieron cerca de los $478.
“Lo que hizo el Banco Central fue sacar previsibilidad y generar una intervención más errática en los dólares paralelos, para que no haya tanto rulo. Mucha gente especulaba con la intervención del Central y ahora se corrió, por lo menos por un par de días, para que el mercado se acomode. Esto no significa que el BCRA se quedó sin poder de intervención, pero si la intervención es muy predecible, se terminan dando muchos arbitrajes”, señaló Ariel Sbdar, fundador de Cocos Capital.
Para la sociedad de bolsa Delphos Investment, ese motivo no sería el único motivo por el cual el Banco Central decidió correrse del mercado de bonos. De acuerdo a sus cálculos, la entidad habría utilizado más de US$700 millones a la intervención de los financieros, en un contexto en el que se enfrenta a tener las reservas monetarias en terreno negativo y el Gobierno intenta conseguir dólares frescos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“¿Cuáles fueron las razones para intervenir y generar tal brecha entre las cotizaciones de los dólares paralelos y luego desaparecer intempestivamente? La falta de dólares en las arcas del BCRA claramente es la principal razón, pero el fracaso en lograr una unificación a la baja de las demás cotizaciones hacía que esta operatoria sea poco sustentable en el tiempo, dado que demandaba enormes cantidades de dólares diarios. Con los dólares paralelos más alineados, el BCRA tal vez pueda volver a aparecer, pero ya sin un desgaste diario tan significativo”, concluyó.