

La herramienta que acordó el ministro de Economía, Sergio Massa, con el FMI para frenar la pérdida de reservas y recuperar recaudación comenzó a mostrar resultados. Luego de la puesta en marcha del dólar soja 3 el pasado lunes, las demoras provocaron cruces y acusaciones entre el equipo económico, productores, cerealeras y bancos.
La tirantez se vio reflejada en las primeras liquidaciones con un dólar a $300. Este miércoles arrojaron un total de US $93 millones, un 70% por debajo de los US $300 millones liquidados en promedio durante el primer día del dólar soja 1 y 2. Así, pese al incremento de la oferta de divisas, el Banco Central sólo pudo retener US $2 millones en el mercado de cambios.
En el Ministerio de Economía, señalan que el débil inicio apunta a tres factores: la mayor duración del programa (45 días para la soja y 90 para economías regionales), la "especulación" en los precios y los "problemas con el Banco Central", a cargo de la reglamentación de las cuentas bancarias para liquidar.
Pese a su poco uso en versiones previas, el Gobierno ordenó la apertura de cuentas dólar linked y el Central instruyó en las últimas horas a las entidades financieras cómo acreditar los fondos por las ventas del dólar soja. La primera cuenta inició el martes y esperaban otras cuatro, casi el grueso de las principales cerealeras.
En la Secretaría de Agricultura notaron demoras en el registro a cargo de la AFIP para que los exportadores puedan acceder al dólar diferencial, mientras en el ente recaudador aguardan el "OK" de dicha dependencia y la Secretaría de Comercio que reglamentaría la incorporación de las economías regionales al dólar agro y los acuerdos de precios.
Detrás de las desinteligencias, la pelea entre productores y cerealeras por los precios parece asomar como la principal traba. La semana pasada, cuando Sergio Massa anunció la medida, los exportadores pagaban por la tonelada de soja en Rosario $90.000 a un tipo de cambio de $211, unos US $426. Pero este miércoles pagaron hasta $95.000 a $300, unos US $316.
"Preguntale a las cerealeras por qué bajó la soja desde el miércoles a hoy, nadie va a vender para pasarse a pesos, la liquidación va a estar muy por debajo de los US$ 5.000 millones que esperan", afirmó un operador granario, que comparó la puja con el dólar soja 1 y 2. Además, recordó que en los primeros 15 días se derrumbó el precio, hasta que se cortó la oferta y aparecieron dólares.
En el sector exportador consideran que el desplome de la tonelada en dólares se debe a la mayor disponibilidad por la nueva campaña, aún cuando la producción sea muy baja por la dura sequía. "Cuando ingresa la cosecha, siempre baja el precio del mercado, estaba muy cara y el precio internacional no da para pagar más", indicaron en la industria.
"La caída en el precio se debe a que durante enero-marzo el valor de la soja estuvo 'inflado'. Ahora en cosecha con el dólar soja, los exportadores quieren comprar a valores beneficiosos para sus márgenes, aprovechando que el tipo de cambio no perjudica tan gravemente el valor en pesos de la soja", aseguró el economista Salvador Vitelli, de Romano Group.
En ese sentido, el ministro partió el miércoles pasado en su gira hacia Washington, sin lograr anotar un repunte significativo de las reservas de cara a la negociación con el FMI. El organismo avaló semanas atrás el "subsidio" al agro y un alivio en las metas por la pérdida de US $5.800 millones de reservas netas en el año.
Por último, la expectativa inicial era ingresar US $9.000 millones por el dólar soja, pero ahora no descartan que sean US $7.000 millones o incluso US $5.000 millones. Esas divisas son claves para afrontar la carrera de postas que tiene por delante el Gobierno con el pago de US $650 millones al FMI el próximo viernes, la siguiente revisión del organismo y la oficialización de candidaturas en junio.