martes 25 de junio de 2024 - Edición Nº2029

Rosca | 4 abr 2023

Producción agropecuaria argentina

El Estado continúa recaudando a pesar de las pérdidas de los productores por la sequía

Un informe comparó lo que recauda el Gobierno por retenciones y por el fideicomiso triguero frente a la pérdida de los agricultores en los principales cultivos


La falta de agua causó estragos en la producción agropecuaria argentina y devastó a los principales cultivos, tanto en calidad como en cantidad. A pesar de que las pérdidas para los agricultores serán cuantiosas, el Estado continúa recibiendo su parte de la recaudación en concepto de derechos de exportación a los productos del agro (retenciones) y de fideicomiso triguero.

Con el objetivo de poner la situación en números, el Grupo Lonja, conformado por productores rurales como el exministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere; el exjefe de Gabinete de esa cartera, Santiago el Solar y el diputado nacional del PRO, Pablo Torello, en base a datos de economistas de la consultora Gobaltecnos, analizó los costos e ingresos de acuerdo a los rendimientos estimados para los tres cultivos más importantes en la zona núcleo (la de mayor productividad) que abarca el norte de la provincia Buenos Aires y sur de Santa Fe, y redujo la renta que queda en manos del Gobierno.

Según los analistas, para el caso del trigo, teniendo en cuenta un rinde de 20 quintales por hectárea -número que en muchos lotes no se alcanzó en la campaña pasada- y costos por USD 855 (costos directos más un alquiler de 18 quintales de soja por hectárea para esa zona), el productor tendría un perjuicio de 151 dólares por hectárea. Pero, debido a que el Estado nacional le quita el 12% de retenciones y el 1% del fideicomiso triguero sobre la venta de lo producido, a USD 104 por hectárea de recaudación, el productor termina perdiendo USD 255 por hectárea.

Con respecto al maíz, alcanzando una producción de 55 quintales y costos de USD 1469 por hectárea, se obtendría una ganancia global de USD 131 por hectárea. Sin embargo, como el Gobierno recauda USD 214 (12% retenciones) el agricultor perdería USD 83.

Por otro lado, una soja rindiendo 15 quintales por hectárea, con un costo total de USD 1081, dejaría una pérdida global de USD 233 por hectárea, el Estado nacional recaudaría USD 285 (33% de retenciones más 1% fideicomiso) y el productor perdería USD 518.

"El productor está en quebranto porque los rindes de los cultivos son muy bajos debido a la sequía y no cubre sus costos, pero el Gobierno te dice: no me importa, yo me llevo plata igual, porque te quita sobre la venta, no sobre las ganancias, entonces, la pérdida que tenías se acrecienta porque tenés que pagar, además, retenciones al Estado", afirmó Del Solar.

“En este contexto, aún existiría la posibilidad de que en algunos casos, como el maíz, hubiese ganancias a nivel productor, pero los derechos de exportación, al ser un impuesto a la venta, transforman la posible ganancia en pérdidas”, señaló el Grupo Lonja.

A dicho análisis se debe añadir la brecha cambiaria que actúa como una retención encubierta debido a que cuando se habla de dólares, los productores agropecuarios reciben por su mercadería el valor oficial de la divisa mientras que, según indicaron desde el Grupo Lonja, “al Estado ingresan dólares contantes y sonantes”.

Asimismo, advirtió que “sin posibilidad de resultados positivos para el productor, se afectará duramente la cadena de pagos y su continuidad”. "Lo más importante es que el productor está perdiendo capital de trabajo", destacó Del Solar.

Por último, esta campaña, por el gran deterioro de los granos obtenidos, los productores sufrirán importantes descuentos de comercialización, lo que dificultará aún más la situación crítica de los damnificados por la sequía de gran parte del país

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