

El viernes pasado se realizó un encuentro del Consejo Directivo de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER), la entidad gremial más representativa del ámbito agropecuario entrerriano que reúne a más de quince rurales.
Durante el mismo se pusieron de manifiesto varios temas que generan preocupación en los productores de la provincia, como la sequía, las próximas elecciones, el manejo del agua, y sin lugar a dudas el tópico excluyente fue la lechería y su coyuntura.
Es que durante la reunión de productores entrerrianos, se expuso un informe de lechería que realizó Norberto Ferrari, productor que integra la Mesa de Lechería en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y un vasto conocedor de la materia. Dicho trabajo se titula “La lechería, en crisis terminal”, y aborda la problemática que se vive en ambos extremos de la cadena: el productor y el consumidor.
En este sentido, el especialista señaló que “hoy se da una paradoja muy grande en la lechería. Tomando la región integrada por nuestro país, Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay, y teniendo como referencia el dólar, el productor argentino es el que menos recibe por la leche y el consumidor el que más cara la paga. Es increíble, pero es así, las dos puntas de la cadena son las más perjudicadas”.
De acuerdo a lo que manifestó Ferrari, existe una enorme distorsión en la cadena, dado que el litro de leche se paga a los productores entre 64 y 66 pesos, y llega a la mesa a 200 y 250 pesos. “Indudablemente hay eslabones que terminan encareciendo el producto y a ello debemos agregar el Estado, que también suma y mucho a través de los impuestos para inflar el precio final” graficó el experto en producción de leche.
Para Ferrari, además resulta necesario ordenar la cadena, la comercialización, generar mercado y, sobre todo, que no haya una posición dominante de un eslabón sobre otro, como ocurre con la industria y el productor en la actualidad.
“La industria fija el precio de la leche y está pagando a 30 días, en el mejor de los casos. La variable de ajuste de la industria es el productor, porque es el único costo que puede decidir, ya que, con la mano de obra, la energía y los impuestos no puede hacer nada. Al productor no le queda más remedio que aceptar un precio que se fija, sin tener en cuenta su estructura de costos. Esto no puede seguir eternamente de esa manera”, aseguró Ferrari.
Por último, remarcó que “el precio de la leche viene muy atrasado. En los últimos meses se había logrado que se fuera incrementando el precio pagado a los productores al ritmo de la inflación. Pero eso ya no ocurrió el mes pasado. Es importante saber que el productor tambero viene trabajando a pérdida hace más de un año”.
Asimismo, el tambero afirmó que por la sequía se agravó el panorama por la falta de pasturas y granos caros -y aún más después de medidas como el dólar soja- y la situación venía mal desde hace mucho. “No hay política lechera y eso repercute en la cantidad de tambos que desaparecen o se reconvierten a otras actividades. Hace muy poco se anunciaron medidas tanto del Gobierno Nacional como provincial para aliviar esta realidad, pero aún no ha llegado nada al productor. Pero más allá de eso, ese no es el camino. No queremos ayuda, queremos reglas claras y una cadena ordenada. Eso es lo que va a potenciar a la lechería que viene en franco retroceso en Entre Ríos y en la Argentina”, finalizó.