La empresa de electrodomésticos Garbarino no da pie con bola y su situación va generando noticias cada vez más alarmantes. Y esta vez, esa crisis se cobró una vida. La firma debe más de un año de sueldos e indemnización a numerosos trabajadores que se desempeñaron en diferentes locales y el Cristian Loyola, ex trabajador, no soportó más la situación de angustia por el desempleo y todos los problemas que le trajo.

Acosado por las deudas y la crisis que le provocó todo esto a nivel de pareja, Loyola no aguantó más y se quitó la vida la semana pasada. En este marco, son más de cuatro mil familias que hace casi dos años no cobran sueldos por decisión de la compañía, como así también existe la dulce espera de trabajadores que aceptaron retiro voluntario.

La triste noticia fue difundida por la periodista de Bae Negocios, Graciela Moreno, quien consignó en su cuenta personal de Twitter que “se suicidó un ex trabajador de Garbarino. Cristian Loyola no aguanto más, Carlos Rosales no le pagó su indemnización. Se separó, no conseguía trabajo y desesperado por las deudas se quitó la vida. Y Garbarino sigue sin pagar”.

Cabe destacar que la firma corresponde al empresario K, Carlos Rosales, quien en diciembre pasado había sufrido un escrache por un grupo de estos empleados que habían sido despedidos. Este cruce se había dado a la salida de la audiencia judicial en la que se analizó la situación de las empresas que están en concurso de acreedores y deben $ 18.500 millones.

Según informó el medio nacional Clarín, desde que Rosales está a cargo de Garbarino, el grupo cerró 200 sucursales, dejó en la calle a 4.000 empleados -a la mayoría de los cuales les debe nueve meses de trabajo y no les pagó las indemnizaciones- y acumuló una deuda que supera los $ 20.000 millones (solo Garbarino y Compundo adeudan $ 18.500 millones).

Rosales compró en junio de 2020 el Grupo Garbarino, que incluye la cadena de electrodomésticos y las empresas Compumundo, Fiden, Garbarino Viajes y las ensambladoras de Tierra del Fuego, Digital Fueguina y Tecnosur.

En tanto, Clarín remarcó que la vicepresidenta de Garbarino que puso Rosales para manejar el grupo hace poco más de 2 años era Mariana Casares, quien había trabajado como subsecretaria de Articulación Legislativa en el Ministerio de Seguridad de la Nación, en la gestión de Sergio Berni, bajo la presidencia de Cristina Kirchner. El medio también destacó que Mariana Casares además había creado la empresa Faith and Temperance, que en 2018 le transfirió a la esposa de Berni, la diputada Carolina Propato (Frente de Todos).

"Casares dejó de trabajar a principios de año en Garbarino", dijeron cerca de Rosales a Clarín. Y en torno del ministro del gobernador Axel Kicillof agregaron que Faith and Temperance fue una empresa creada por exfuncionarios que en su momento trabajaron con Berni, pero que "esa empresa ya no registra actividad".