Un verdadero escándalo se desató en Berisso cuando se supo que el sindicato de la construcción (UOCRA) se encontraba explotando una playa de Berisso, algo que no tendría el aval genuino del municipio, sino simplemente el visto bueno del intendente Fabián Cagliardi. En La Balandra,  la Unión de Obreros de la Construcción desmalezó terrenos en desuso y montó un centro recreativo propio para los afiliados. La obra, que se anunció públicamente en un acto del gremio, desató una gran polémica, ya que según Concejales del oficialismo y de la oposición, la iniciativa no pasó por el Concejo Deliberante. 

Si bien se trata de un espacio público y de libre acceso, el camping refleja la identidad del sindicato.

En este marco, la Comuna intenta despegarse y mira hacia la gestión de Axel Kicillof ya que no está demasiado claro de quién depende la playa. En principio, la parcela dependería del Estado bonaerense; sin embargo, toda la gestión de la playa estaba a cargo del municipio.

Para entender un poco por qué se cedieron estas tierras habrá que conocer la interna de la UOCRA. Es que esta facción, liderada por Iván Tobar, no puede tener acceso al predio de Ensenada, ya que la Justicia, a raíz de la disputa con el Pata Medina, lo mantiene cerrado. Ante esto, el guiño surgió desde la comuna berissense aunque las irregularidades desataron el caos.

En principio desde la oposición que lideran Matías Nanni y Matías Astorga (Juntos por el Cambio), se pidieron todos los informes correspondientes.