

El Banco Central (BCRA) anunció que tomó la determinación de mantener sin cambios las tasas de política monetaria a pesar de la desaceleración que resaltó en noviembre, tanto a nivel general (4,9%) como en la medición núcleo (4,8%) la inflación, según lo reportado horas antes por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Además, la entidad señaló que “seguirá observando la evolución de la tasa de inflación”, pero sostuvo a la vez que en las actuales circunstancias considera que “mantener inalterada la tasa de referencia contribuirá a consolidar la estabilidad financiera y cambiaria y a reforzar la tendencia de gradual desaceleración de la inflación en el mediano plazo”.
El descenso de 1,4 puntos porcentuales que mostró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general en relación a lo reportado en octubre que dejó al menos temporalmente a la tasa de interés de los depósitos en pesos a plazo fijo 1,35 puntos por encima de la inflación general del mes pasado, ya que el interés mínimo del 75% nominal anual que rige para colocaciones a 30 días supone un rendimiento del 6,25% nominal mensual.
En ese sentido, se colocó por primera vez en “términos reales positivos” como venía reclamando insistentemente el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tal vez por eso, en comunicado, el BCRA sostuvo que su política de “normalización de la tasa de interés” según lo establecido en sus Objetivos y Planes para 2022, documento en que había ya marcado su objetivo de “lograr gradualmente una tasa de interés real positiva que sea una efectiva protección para el ahorro en pesos, así como un instrumento importante para la política antiinflacionaria”.
Sin embargo, el BCRA define la política de tasas en activa coordinación con el Ministerio de Economía “para que la estructura de tasas de interés de la entidad monetaria presente una relación razonable con las de las Letras del Tesoro Nacional”. Además, como los rendimientos validados por el Gobierno se habían mantenido en los mismos niveles del mes anterior, no había motivo para que las revisase.
Por último, el BCRA aclaró que las decisiones que adopta en ese sentido tienen en cuenta “la evolución pasada y prospectiva del nivel general de precios y la dinámica del mercado de cambios”. A lo que aseguró que se añade “el compromiso de observar atentamente la evolución de los agregados monetarios, así como las intervenciones que apuntan a evitar una excesiva volatilidad financiera que pudiera repercutir negativamente en la formación de precios”.