

Al igual a lo que viene sucediendo en el Gobierno Nacional, varios de los intendentes que en su momento decidieron pegar el salto para sumarse al Gabinete de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires, comienzan a evaluar por estas horas la posibilidad del regreso a sus municipios de origen, dispuestos a ponerse al hombro la campaña electoral teniendo en cuenta que en la mayoría de estos casos podrán volver a competir por un tercer mandato en sus distritos.
Desde la gobernación bonaerense, la idea es retrasar lo más que se pueda la salida de los dirigentes locales que tienen responsabilidades en el gobierno provincial. La principal figura allí es Martín Insaurralde, el intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora, que desde el año pasado, cuando el oficialismo perdió las PASO legislativas en la provincia de Buenos Aires, desembarcó como jefe de Gabinete bonaerense.
Ante la consulta de Infobae, en el entorno de Insaurralde aclararon que el jefe de gabinete provincial sigue en sus funciones como coordinador ministerial. Misma aclaración hicieron en el ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, cuyo titular es Leonardo Nardini, intendente en uso de licencia de Malvinas Argentinas. “Leo va a seguir siendo ministro”, aclararon desde el entorno del funcionario a cargo de la obra pública bonaerense.
Si bien admiten que el regreso a los municipios de ambos funcionarios -a los que se sumarían los nombres del titular de Vialidad provincial, Martín Yzurieta y el de Héctor Olivera, titular de la Autoridad del Agua-, "no es algo que esté seguro", lo que sí decidieron es que en caso de que esto se concrete, deberá suceder lo más cercano posible a la fecha de las elecciones de 2023.
A esos casos se plegarían el diputado provincial Mariano Cascallares y el titular del Bapro, Gustavo Menéndez, intendentes que al igual que los mencionados anteriormente, se encuentran en uso de licencia desde el momento en que decidieron emigrar para asumir diferentes cargos.
Todos los intendentes del conurbano que ocupan lugares en la función provincial participaron la semana pasada de la cumbre política que el Frente de Todos llevó adelante en la residencia de la gobernación en La Plata con Kicillof y Máximo Kirchner. Allí se habló de blindar electoralmente al conurbano para las elecciones del año que viene. Cuatro días más tarde se conoció la salida de Ferraresi del gabinete nacional en lo que significó el primer paso hacia ese objetivo del oficialismo, que todavía debate una posición sobre la realización, o no, de las PASO.