En el Informe de Pobreza Multidimensional en Bahía Blanca, realizado por la Dra. María Emma Santos, a través de encuestas del proyecto Unidad Ejecutora se relevaron 1.421 hogares, un total de 4.199 personas. En dicho reporte se detalla el índice de pobreza multidimensional que toma en consideración 15 indicadores agrupados en dimensiones del Bienestar entre los que se encuentra: Vivienda, servicios básicos, salud, educación, empleo y seguridad social pero no se incluye la pobreza monetaria.

El 28% de la población (82.412) en el Municipio de Bahía Blanca habita en hogares en condiciones de pobreza multidimensional “intensa o severa” ya que “están privados en el equivalente de más de una dimensión completa del bienestar”, de tres a cinco indicadores como mínimo. 

Es por ello que 30.000 son niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años de los cuales 14.000 habitan en hogares en pobreza multidimensional severa. En ese sentido, el índice es 1.5 veces la incidencia de la pobreza en los adultos de entre 18 a 64 años y 5.6 veces la incidencia entre los adultos mayores de 65 años y más.

Asimismo, se hace referencia a la segregación socio- espacial. Esto se debe a que el 16% de la población se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria de moderada a severa. Del total, 17.387 son niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años.

Por otro lado, se encuentran las privaciones con mayores incidencias como la falta de cobertura de salud (29% de la población), trabajo precario (23% de los ocupados), bajo logro educativo (18% de las personas de 20 años y más), vivienda precaria (17%), inseguridad alimentaria (16%) y saneamiento inadecuado (16%).

Además, es preocupante que el 8% de la población vive en hogares con hacinamiento para dormir. Un 7% cocina con leña y/o calefacción con leña o kerosene. Un 7% no tiene acceso o tiene acceso irregular a la red eléctrica, un 7% de la población activa está desocupada.

7% de los niños, niñas y adolescentes que asisten a la escuela (aprox. 3.600) está rezagado en el nivel escolar con respecto a su edad y aproximadamente 2.000 chicos no asisten a instituciones educativas.

“Hay una imperiosa necesidad de políticas interconectadas entre las diferentes dimensiones, en la cual haya un diseño mejor alineado con las necesidades de cada grupo poblacional y que priorice a los grupos con mayor necesidad de pobreza”, explicó la investigadora Emma Santos en su cuenta de Twitter.

El objetivo principal planteado en el informe es definir y caracterizar en la región de Bahía Blanca la población vulnerable y excluida. En ese sentido se presentan resultados frente a la encuesta realizada durante el mes de diciembre de 2021, titulada Encuesta de Proyecto de Unidad Ejecutora, que logró tener una “excelente cobertura de los barrios más vulnerables de la ciudad”.

En ella se indagó "sobre una gran cantidad de variables socio-económicas y de condiciones de vida de las familias Bahienses, incluyendo por primera vez indicadores que no están incluidos en otras fuentes de datos de recolección habitual tales como el de seguridad alimentaria, situación habitacional, conocimiento y uso de instrumentos de financiación, redes sociales y gobierno abierto".

En ese sentido, en el reporte sostienen que “todas las personas que habitan en hogares identificados como multidimensionalmente pobres son consideradas pobres y de allí surgen las estimaciones en términos poblacionales”. A su vez, los barrios vulnerables fueron clasificados en barrios en situación “regular”, “mala” y “muy mala”.

Por último, aseguran que “sumando a quienes experimentan pobreza multidimensional intensa y severa (es decir, con un umbral de pobreza de k=25%), podemos decir que, al segundo semestre de 2021, la tasa de pobreza multidimensional era del 28% de la población: 82.412 personas en Bahía Blanca habitan en hogares en pobreza multidimensional intensa o severa” y, por otro lado “29.759 niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 17 años de edad habitan en hogares en pobreza multidimensional intensa a severa; dentro de ese grupo, 14.000 niños, niñas y adolescentes están en hogares en pobreza multidimensional severa”. "El IPM en los barrios vulnerables es 2.75 veces el de los barrios no vulnerables muestran la existencia de una significativa segregación socio-espacial", agregan.

Por último, señalan que “la dimensión que más contribuye a la pobreza es la privación en salud con un 36% del total, en primer lugar por la falta de cobertura de salud pero también por la inseguridad alimentaria”.

Le sigue la dimensión de empleo y seguridad social, cuyas privaciones incrementan un 31% el total de la pobreza multidimensional, debido a "la falta de aportes a la seguridad social de una fracción significativa de los ocupados, y en segundo lugar por desocupación".

Finalmente, las privaciones en la dimensión de Educación contribuyen con un 8% al total de la pobreza multidimensional, siendo el nivel educativo insuficiente de los adultos la privación que más contribuye dentro de esta dimensión.

Teniendo en cuenta estos datos, los hogares monoparentales con sostén femenino representan un 10% en el total poblacional y los hogares monoparentales con sostén masculino un 3%. Ambos tipos de hogares monoparentales representan el doble dentro de la población total en pobreza multidimensional intensa a severa (22% y 6% respectivamente).  

En ese sentido, la pobreza monetaria en el segundo semestre de 2021, de acuerdo con la EPH estaría entre un 24% y un 37% de la población, y la indigencia (un sub-grupo de la pobreza) entre 3.7% y 10.5%, un 18% de la población (54.159 personas) es pobre por ingresos pero, además, exhibe pobreza multidimensional intensa a severa, un 10% de la población es pobre de acuerdo con la medición multidimensional. Por lo tanto, un 8% de la población está por debajo de la línea de pobreza pero no exhibe pobreza multidimensional