

Juan Ignacio Aguilar fue padre gestante. Sus amigos lo llaman Lalo, es un varón trans platense que decidió gestar a su primer bebé quien nació el 23 de mayo de 2022, dentro de la semana del Parto Respetado en nuestro país.
En dicha jornada se recuerda la importancia de considerar a la persona gestante y al bebé como protagonistas del momento del nacimiento. Resalta el derecho al trato digno y humanizado y a la posibilidad de decidir las circunstancias y la forma de parir.
La historia de Lalo, se centró en la búsqueda de su identidad, la decisión de convertirse en papá gestante y el acompañamiento en el parto respetado por parte del personal del Hospital San Roque de Gonnet..
En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 que se reglamentó en 2015 conocida como Ley de Parto Respetado o Humanizado, donde se determinan los derechos de personas gestantes y recién nacidos al momento del pre-parto, trabajo de parto, parto y post parto.
En este caso, el proceso de gestación y planificación del parto fue acompañado por “familia en primer lugar, amigues y por suerte fue super hermoso el trayecto. Hoy por suerte Ayun está con nosotros compartiendo la misma realidad”.
“Los miedos al principio fueron muchos. Fueron grandes. Pero con el correr del tiempo, con el paso de los días todo fue acomodándose, encajando y la verdad que tuve un proceso de gestación hermoso, super amable. Desde el día uno hasta el último”, explicó.
“Nació y me atendí durante todo el proceso en el Hospital zonal de Gonnet, donde me encontré un equipo médico de la hostia. Me trataron como un rey. La verdad que fui super contenido, super acompañado, super entendido”, afirmó y sostuvo que “la empatía que encontré en este lugar con todo este grupo de grandes seres fue hermosa. Me llenó, me rebasó de amor, de compañía”.
“Ayun nació por cesárea. Pesó 2 kilos y 800 gramos.Se adelantó dos semanas al parto provisto”, detalló Aguilar.
Por último, mencionó que los cambios físicos al principio le costaron. “Me costó muchísimo encontrarme con mi cuerpo. Asimilarlo. Abrazar los cambios” pero señaló que logró “amigarse con esa nueva etapa y abrazar mi panza, amarla y todo lo que implica”.
“Fue difícil pero por un tema propio. Uno tiene prejuicios y nadie está exento de eso. Lo bueno es poder salir de ese lugar y por suerte lo conseguí. No paré de disfrutar”, agregó.
“Si me preguntas ahora, lo volvería a hacer porque descubrí una experiencia maravillosa”, concluyó.