

En su informe Mirada titulado "El Banco Central, en zona de riesgo patrimonial", la consultora económica Analytica sostiene que se va a dificultar cumplir con la meta acordada con el FMI para el segundo trimestre.
En él, sostienen que en el mes de mayo se profundizó la escasez de resultados de la política económica, ya que el Banco Central no logra acumular reservas internacionales que se contrajeron en USS 450 millones.
Esto se debe a que “las reservas netas deberían aumentar en torno a U$S 2.500 millones durante junio”. Es por ello que el gobierno se ve obligado a “realizar cambios profundos de política económica para evitar un nuevo salto cambiario en lo que resta de su gestión”.
“Seguir sosteniendo al dólar oficial como ancla inflacionaria, elevar la tasa de política monetaria e intentar desinflar mediante controles de precios demuestran ser alternativas ineficientes”, afirman.
En ese sentido aseguran que “retrasar el tipo de cambio real y, a la vez, elevar la tasa de interés de las Leliqs es inconsistente” ya que “por un lado, aumentan los pasivos del Banco Central y, por otro, se impide el incremento de valuación de sus activos en dólares”.
Además, señalan que “la situación patrimonial es delicada, ya sea ante la eventualidad de una devaluación o de la pérdida de control de los agregados monetarios” lo que repercutiría “sobre la brecha cambiaria, luego en el tipo de cambio oficial y finalmente en la tasa de inflación”.
“El Banco Central aún está en condiciones de evitar un fuerte salto cambiario, pero necesita cambiar los instrumentos de política monetaria. Un camino posible sería la suba de encajes no remunerados y el control de los agregados”, indican en su reporte.
Asimismo, comentan que “reducir los incentivos a la compra de bienes importados tiene un doble rol: por un lado, mejora la hoja de balance del sistema financiero y, por otro, prioriza el uso de divisas hacia los sectores productivos”.
Por último, actualmente, el central “está en condiciones de evitar un fuerte salto cambiario pero necesita cambiar los instrumentos de política monetaria”. “Un camino posible sería la suba de encajes no remunerados y el control de los agregados”, añaden.
Además, sostienen que “una menor oferta de crédito al consumo impactaría sobre más niveles de actividad”. Pero, a pesar de ello se podría considerar un “costo menor ante la alternativa de una fuerte devaluación”.