

La pandemia producto del virus Covid-19 interrumpió la presencialidad debido a la cuarentena que dictaminó el Gobierno de la Nación con el objetivo de evitar los contagios. De acuerdo al informe desarrollado por Argentinos por la Educación, el contexto pandémico agravó la ya existente brecha digital que afecta a muchos alumnos a lo largo del país, dejando claro la “necesidad de establecer políticas que contribuyan a una mayor inclusión”.
En ese sentido, actualmente existen tres programas dedicados a la inversión tecnológica educativa financiados por el Estado: El Programa Federal Juana Manso, el programa Conectar Igualdad (2010) y Aprender Conectados (2018) que se encuentra dentro del Plan Nacional Integral de Educación Digital.
Según el informe “desde 2010, la relevancia de las políticas destinadas a la educación digital o incorporación de TIC en el sistema educativo ha sido despareja”.
El objetivo del programa Conectar Igualdad es “que todos los estudiantes y docentes del nivel secundario de gestión estatal contaran con una netbook en un plazo de tres años, de modo de reducir la brecha digital”. La plataforma oficial cuenta con aulas virtuales, acompañamiento y formación además de propuestas pedagógicas y material multimedia.
En ese sentido, dichos datos dejan en claro que ambos programas tienen su foco en la entrega de equipos tecnológicos a estudiantes con el propósito de que pudieran acceder a las clases de modalidad asincrónica en el marco de la emergencia sanitaria.
Por otro lado, “a partir de 2020, en el marco del Plan Federal Juana Manso, el Estado Nacional retomó la estrategia del Programa Conectar Igualdad de distribuir una netbook por estudiante” detalla el informe y señala que, además, en enero del 2022 se efectuó el relanzamiento del Conectar Igualdad en las escuelas de gestión estatal “con el objetivo de brindar recursos tecnológicos”.
En el caso del programa Aprender conectados centrado en la alfabetización digital, que incorporó los niveles inicial y primario, su logística no era la de una computadora por estudiante, sino que “las inversiones fueron destinadas a equipar establecimientos educativos con aulas digitales móviles y laboratorios de programación y robótica”. Dicho programa se basa en cuatro pilares: equipamiento educativo diversificado, conectividad, contenidos pedagógicos específicos y formación docente articularizada.
En cuanto a la inversión, el presupuesto que fue destinado a la inversión en material tecnológico educativo forma parte de lo asignado a “otros programas” del Ministerio de Educación Nacional. El porcentaje varía año a año, dependiendo de las distintas líneas de políticas educativas.
Dichos programas tuvieron su mayor impacto durante los años 2011, 2013 y 2014. “Luego de un período de menor participación a partir de 2015, se observa un crecimiento en 2021, cuando la inversión en el Plan Federal Juana Manso representó un 3,6% del presupuesto del Ministerio de Educación”, afirman en el informe.
Asimismo, “la excepción se da en el año 2012, con un nivel presupuestado de $45.555,6 millones contra un presupuesto devengado de $18.089,4 millones” y en lo que respecta a la ejecución promedio de toda la serie analizada es de 79%, donde en 2010 se ejecutó el 24,6% y su punto más alto fue en 2020, ejecutándose el 99,9% del programa.
Por último, se especifica que el proyecto de ley del Presupuesto 2022 prioriza al Programa Federal Juana Manso, lo que representa un 31% de los gastos. La gestión de becas continúa en el segundo lugar manteniendo un 18,5% de los otros gastos.