

Desde el 2020, el Banco de Drogas Especiales de la Nación rechazó 15.458 pedidos de drogas oncológicas. Dichos datos surgen a partir del pedido de información pública, en relación a los pacientes del sistema público, que llevó a cabo la diputada Graciela Ocaña al Ministerio de Salud de la Nación.
Gran parte de esas solicitudes eran de medicación que estaba en el vademecum de drogas del Banco de Drogas Especiales, que complementa a los bancos provinciales en el caso de que no cubran determinados tratamientos.
La Licenciada en Comunicación y especialista en salud, Daniela Hacker, afirmó en diálogo con PERIODATA que “el Banco de Drogas de cada provincia tiene una lista de medicamentos, que se dice vademecum. Esa lista son los medicamentos que ellos van a entregar a los pacientes. Si el paciente necesita un medicamento que no está en esa lista tiene que ir a pedirlo al Banco de Drogas Especiales de la Nación”.
Además, señaló que “cada provincia tiene una lista diferente. Hay provincias que cubren determinada medicación y otras que no” por lo que “el Banco de Drogas de la Nación lo que tiene como objetivo es complementar esta medicación que no dan los bancos provinciales”.
“A su vez, el Banco Nacional de Drogas tiene su propio vademecum, su propia lista de medicamentos que se comprometen a complementar a las provincias” aseguró Hacker. Asimismo, indicó que la problemática gira en torno a lo que “pasó en enero fue que achicó esa lista de medicamentos. Recortó 14 drogas de este vademecum”.
Hacker sostuvo que “el paciente con cáncer debe enfrentarse no solo a transitar una enfermedad grave, sino que debe cargar con el peso de la burocracia que muchas veces pone obstáculos en su camino para conseguir la medicación que le corresponde”. Y agregó: “Ahora, nos encontramos con una altísima cantidad de rechazos que realizó el banco de drogas hacia los pacientes en pandemia. Pacientes que, además, vivieron complicaciones para acceder a especialistas, moverse hacia centros de salud de otras provincias, dificultad para estar acompañados, entre otras”.
A su vez, los datos cuestionan los recortes del vademécum de enero, medida que obligó al Ministerio de Salud a dialogar con las ONG y las sociedades científicas durante febrero. Una de esas reuniones fue con Unidos por el Cáncer, en representación de 87 organizaciones del país: “Ofrecimos colaborar para brindar la información necesaria a los pacientes e identificar los espacios donde se detectan fallas en el sistema. Expusimos nuestra preocupación por la inequidad que observamos por locación del paciente, por centro tratante y cobertura, así también como por las diferencias en los distintos vademécums”.
Los datos surgen como respuesta de la Subsecretaría de Medicamentos e Información Estratégica de Salud al pedido de la diputada Ocaña (Juntos por el Cambio). Entre los posibles motivos se citó que la droga no aparezca en el listado de entregas o no esté disponible, que la solicitud no pase el proceso de evaluación y auditoría o que otro organismo pueda entregar el fármaco. “No resulta posible entregar esa información desagregada, caso por caso”, señalan.
“El Ministerio de Salud mintió porque retiró medicamentos oncológicos del vademécum que provee con el argumento de que no había recibido pedidos de esas drogas en el último año”, sostuvo la legisladora nacional con respecto al detalle de los 15.458 rechazos enviados a los bancos de drogas provinciales.
“No solo recibió los pedidos, sino que los rechazó, de acuerdo con la información proporcionada. Esto demuestra que muchísimas familias en las que hay un diagnóstico oncológico no recibieron la atención debida del Estado para la provisión de medicamentos. El informe oficial deja claro todos los rechazos y las razones tuvieron que ver más con problemas presupuestarios o mala administración por no haber hecho las compras oportunamente y, entonces, se rechazó”, indicó la funcionaria.
Según Ocaña, esto puede generar “un circuito nuevo de compras y provisión de tratamientos que es el subsidio a personas en forma directa [a través del Ministerio de Desarrollo Social] que, seguramente, es más costoso para el Estado con fármacos que están dentro del vademécum”.