

Luego de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, iniciara una polémica en torno a sacarle los planes sociales a aquellos que realicen un corte de calle como método de protesta, desde el Gabinete bonaerense se manifestaron con respecto a la iniciativa.
"Le vamos a pedir al Gobierno que corte los planes sociales", declaró Rodríguez Larreta sobre el corte de calle registrado en Avenida 9 de Julio, efectuado por un grupo de organizaciones sociales frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en reclamo de trabajo.
"Hay declaraciones que parece que estuvieran hechas de cara al 2023, no a lo que ocurre mañana en un comedor popular que tiene polenta para comer todos los días”, le respondió Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, uno de los organizadores de la movilización. Y añadió: "Hay que tratar de discutir los problemas sociales que estamos planteando y dejar de lado las amenazas de un lado y del otro”.
Por su lado, el titular de la cartera de Desarrollo Social nacional, Juan Zabaleta, indicó que "no hay que cortar las calles", pero que "tampoco el camino es amenazar con sacar una asistencia a quien lo necesita".
Mientras que su par bonaerense, Andrés Larroque, puso el foco en la situación social que vive el país, y afirmó que “en este contexto el objetivo tiene que ser que haya asistencia hasta que se regularice la situación económica”. En declaraciones radiales, el funcionario apuntó contra el Gobierno nacional y expresó que “esta es la consecuencia de haber sacado el IFE”.
“Siempre sostuvimos que el IFE tenía que continuar”, sostuvo Larroque y, además, aseguró que “hay que conseguir que los salarios se recuperen. Porque si el salario empieza a no alcanzar, aún el que consigue un empleo de cualquier índole, formal, una changa, lo que sea y no puede acceder a lo que necesita, también estamos en un problema”.
Previo a las declaraciones del jefe de Gobierno porteño, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se había referido a la situación de los y las bonaerenses, y trazó un duro panorama en miras de las condicionalidades que plantea el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la política económica nacional.
"En el Conurbano y también en el interior no da más la situación social, hemos tenido una recuperación muy fuerte respecto de la pandemia, mejoraron los indicadores de pobreza y empleo, pero falta distribución: faltan los ingresos y los salarios", expresó el gobernador.
Y agregó que "eso implica que los precios dejen de subir. Si los precios de guerra los cobramos en Arrecifes, genera una rentabilidad extraordinaria y no tiene que ver con un esfuerzo o una inversión, sino con una guerra".
"La situación que estamos viviendo en la provincia es que no puede haber más ajuste. Los muchachos del FMI no sé si el español lo dominan, pero en la provincia de Buenos Aires no puede haber más ajuste", concluyó Axel Kicillof.
Los últimos datos del INDEC señalaron una disminución de la pobreza al 37% y de la desocupación al 7%, lo que infiere que hay muchas personas que aún habiendo conseguido un empleo no logran cubrir el costo de la canasta básica que mide el umbral de pobreza.
Asimismo, respecto de la dinámica de los planes sociales, Larroque recordó que de los alrededor de 280 mil planes que entregaba el gobierno de Cristina Kirchner hacia fines de 2015, el gobierno de Mauricio Macri los elevó a 700 mil para fines del 2019 y que la pandemia de coronavirus generó "una emergencia muy grande".
Por su parte, la dirigente social Eva González aseguró que su reclamo es por trabajo y afirmó que "cada uno cobra cada uno por tarjeta. No hay ninguna organización que reciba en mano y reparta". "Queremos trabajar. Discutamos el trabajo. Pero no sobre la base de la precarización. Si no de un ingreso que alcance al salario mínimo. No podemos ir a trabajo por 5 mil pesos. El primer reclamo es el trabajo. Queremos una bolsa de trabajo, tenemos muchos compañeros capacitados", manifestó.