

Previo al viaje del presidente Alberto Fernández a China, la Argentina le habría solicitado a ese gobierno ampliar el préstamo que le hizo por US$20.464 millones para fortalecer las reservas del Banco Central, que están en niveles bajos en relación con los vencimientos que tiene que enfrentar el país. La noticia fue publicada por el medio especializado en finanzas Bloomberg, pero fue desmentida por los voceros del Banco Central.
“La segunda economía más grande de América del Sur busca pedirle a China que amplíe su canje de 130.000 millones de yuanes (US$20.600 millones) en 20.000 millones de yuanes adicionales [US$3170 millones], según una de las personas que pidió no ser identificada porque las conversaciones son privadas. La Argentina ya hizo el pedido y el tema será tratado la semana que viene en Beijing cuando el presidente Alberto Fernández viaje allí para las celebraciones por los Juegos Olímpicos, dijo otra persona”, indicó la nota de Bloomberg.
El Presidente de la Nación viajará la semana próxima a Rusia, China y Barbardos. También se espera que el Gobierno le pida a Moscú un préstamo de derechos especiales de giro (DEG, el dinero del FMI). El Fondo señaló que se estaba diseñando un mecanismo para que los países miembros del organismo puedan canalizar voluntariamente DEG de los países más ricos a los más pobres y vulnerables.
Pese a que ambos pedidos de ampliar los DEG con Rusia y el swap con China tienen como propósito fortalecer las reservas del Banco Central, ninguna de las dos operaciones implican dólares frescos a la entidad monetaria y su aprobación debería pasar por diferentes procesos de autorización. Esta condicionalidad podría imponer que la Argentina acuerde con el FMI, ya que, a pesar de las diferencias que tienen con Estados Unidos, se trata de dos países miembros del Fondo.
La Argentina firmó el primer acuerdo de swap con China en 2009, cuando el presidente del Banco Central era Martín Redrado. El economista se reunió con su par chino, Zhou Xiaochuan, para efectuar un intercambio de monedas en pesos o yuanes equivalentes a US$10.200 millones. En 2014, durante la presidencia de Juan Carlos Fábrega, ambos organismos suscribieron un segundo acuerdo, que fue renovado en 2017 y complementado a finales de 2018 con un acuerdo suplementario.
En agosto de 2020, el actual presidente del BCRA, Miguel Pesce, suscribió un nuevo acuerdo de swap de monedas con el Banco de la República Popular de China (PBC) por una vigencia de tres años.
La única vez que se usó el swap fue en diciembre de 2015, cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri y el entonces presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, convirtió parte de los yuanes en dólares por un total de US$3100 millones a un costo de financiamiento aproximado para el BCRA de 4% en dólares, que le permitió ampliar la liquidez de la entidad en el momento que se había decidido quitar el cepo cambiario y unificar el mercado.
Si la Argentina pide utilizar ese dinero, se pacta la tasa de interés y la paridad de cambio; después se emiten pesos y se depositan en el banco central chino, que, a su vez, coloca en el BCRA yuanes. Se trata de un canje transitorio por plazos de entre uno y tres años.
En los próximos siete días, la Argentina enfrenta dos obligaciones por un total de US$1086 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y además, debe pagarle US$193 millones al Club de París y US$137 millones a otros organismos multilaterales.
El próximo viernes, el Tesoro debe girar al Fondo el primer vencimiento del año por US$718 millones en concepto de capital. Asimismo, el martes deberá hacer otro pago por US$368 para cancelar intereses del préstamo. De acuerdo a la consultora 1816, al Banco Central le quedan US$673 millones equivalentes a los derechos especiales de giro (DEG), que repartió el FMI en agosto del año pasado a todas las entidades monetarias para paliar los efectos de la pandemia.
Además, el presidente del BCRA, Miguel Pesce, deberá utilizar dinero de las reservas disponibles para cancelar los vencimientos. La semana pasada, las reservas brutas perforaron el piso de los US$39.000 millones, al cerrar en US$38.945 millones.
Del total, si se restan los encajes en dólares (los depósitos de los ahorristas), equivalentes a US$15.195 millones, el swap con China (un préstamo que no es de libre disponibilidad, por un total de US$20.464 millones) y los préstamos de otros organismos (alrededor de US$3000 millones), las reservas netas del Banco Central estarían en torno de los US$1500 millones, según el último informe de la consultora 1816.