

Sometidos a la presión de la tercera ola de la pandemia por covid-19, los profesionales médicos, de enfermería y los camilleros de los hospitales públicos de la provincia de Buenos Aires sufren, además, agresiones, como la situación de la guardia del hospital de Pacheco.
Los empleados que "no cuentan con los recursos suficientes", atraviesan esta situación, provoca que "cada vez sean menos los médicos recién recibidos que deciden hacer sus residencias en el sector público".
Desde CICOP, la entidad gremial que agrupa a la mayoría de los médicos que prestan servicio en los hospitales de la provincia de Buenos Aires, dirigida por Pablo Maciel, emitieron un comunicado en el que repudian "cada episodio de violencia hacia los y las trabajadores de la salud" y aseguran que tomarán "medidas gremiales frente a cada uno de ellos".
"Exigimos a las autoridades de gobierno políticas inmediatas para garantizar la seguridad del equipo de salud", sostienen y afirman que continúan "reclamando presupuestos suficientes que permitan encarar los problemas estructurales" del Sistema de Salud.
El representante de la Asociación Sindical de Profesionales de la provincia de Buenos Aires, afirmó que "Hemos llegado a un acuerdo que implica una negociación corta para diciembre que da un número final para el 2021 en un 54%. Es un aumento de 7.5 puntos en diciembre casi en su totalidad en el salario básico, con la expectativa de discutir a la brevedad la pauta salarial 2022. Estábamos reclamando hace 2 meses la reapertura de la paritaria sectorial".
Los afiliados aceptaron el aumento, pero no están de acuerdo con el trato que se les brindó durante la pandemia y sostienen que "En las Asambleas de los hospitales se aceptó la propuesta con un 83% de aceptación aunque la mayoría en disconformidad porque todo el sector sigue esperando un reconocimiento adecuado a la tarea que viene realizando desde que empezó la pandemia. Eso lo seguiremos reclamando porque hubo 18 meses de sobre carga laboral y sin la jerarquización de los casi dos años del inicio de la pandemia, los equipos de profesionales siguen teniendo faltantes de personal lo cual agrava la cobertura del servicio mínimo e indispensable".
En ese sentido, de acuerdo a Maciel, los salarios están muy atrasados: "Hoy un profesional ingresa a un hospital bonaerense con un salario de 85 mil pesos sin antigüedad y sin guardia. Aquellos que suman guardia llegan a 100 mil pesos en promedio. Son muy bajos y no nos permiten competir en un sistema de salud fragmentado con el sector privado y las pre-pagas. Se nos desarman los equipos en las distintas especialidades, sobre todo las que están en crisis donde hay pocos especialistas".
La inflación en el país genera problemas por los acuerdos paritarios, aunque parecen importantes, retrasan el salario: "Comenzamos la pandemia en marzo del año pasado de 37 mil pesos y hemos tenido un 48.1 en el 2020 y ahora un 54% para este año. Duplicamos el salario y seguimos con sueldos bajos en un contexto inflacionario donde cada tres meses tenemos que estar discutiendo el salario, se vuelve muy desgastante".
Asimismo, los reclamos se elevan en medio de un escenario de estrés para el sistema de salud, con récords de consultas por hisopados y la presión sobre las guardias médicas, que no dan abasto y deben ser atendidas por profesionales que se sienten "quemados" emocionalmente y al borde del agotamiento, tanto físico como mental.
Frente a esta problemática, Maciel considera que se resiente el sistema y lo termina pagando siempre el ciudadano que necesita atención: "Tenemos un relevamiento de nuestro sindicato que nos indica que más del 90% tiene dos o tres trabajos, el 40% tiene 3 trabajos. La calidad de atención es muy mala y lo paga la población. Todos tenemos derecho a que nos atienda un equipo de salud que esté descansado y en plenas condiciones de desplegar su técnica y conocimiento. Eso se resuelve mejorando los salarios y discutiendo la estructura del sistema de salud".