En Estados Unidos, Richard Wayne Penniman, tal cual era su verdadero nombre, fue uno de los primeros artistas afroamericanos (o el mas reconocido) que supo fusionar la música góspel y el “rythm and blues” (R&B), ambos muy populares entre la población negra, con los sonidos “pop” consumidos por el mercado blanco estadounidense.

“Little Richard jugó un papel crucial a la hora de elevar el voltaje del R&B para situarlo a la misma potencia del rock and roll”, explicó alguna vez el historiador de la música Richie Unterberg, a The New York Times.

Ganador de un Grammy a su trayectoria y miembro del Salón de la Fama de los Compositores y del Rock and Roll, Richard revolucionó la escena musical de la década de 1950 y resultó fundamental en los comienzos de géneros como el soul y el funk.

Natural de Macon, Georgia, fue el creador de auténticos himnos del rock como “Tutti Frutti”, “Good Golly, Miss Molly”, “Long Tall Sally” y muchos otros.

"Tutti Frutti" fue su gran éxito, grabado a mediados de los ´50, un tema que conjugaba el ritmo alocado, los alaridos y la libertad sexual. Se trataba de una letra que debió ser modificada por su escandalosa descripción de una relación sexual entre dos hombres. Incluso, en aquellos años, la expresión "Tutti Frutti" era usada en Estados Unidos para referirse a una persona gay.

Elvis Presley, Buddy Holly, James Brown, Quincy Jones, David Bowie, The Beatles y Rolling Stones han reconocido en el pasado la influencia de Little Richard. De hecho, Paul McCartney ha asegurado que es un gran admirador del cantante y tanto él como The Beatles interpretaron algunas de sus canciones en directo.

Little Richard también era conocido por su eléctrico estilo sobre el escenario, en el que aparecía con los ojos pintados y ropas de colores brillantes, una apariencia que luego inspiraría al fallecido Prince.

Sus últimos trabajos de estudio fueron “Shake It All About” y “Little Richard Meets Masayoshi Takanaka”, ambos en 1992.