

Ante el aumento de la circulación comunitaria del coronavirus y de las nuevas cepas, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) solicitó al Ministerio de Educación de la Nación y a las carteras educativas provinciales la suspensión temporal de la presencialidad en aquellas localidades, departamentos o distritos “donde el aumento de casos ha sido exponencial en los últimos 14 días”.
“En esos lugares de alto riesgo, solicitamos volver temporalmente a las actividades a distancia hasta que estén dadas las condiciones óptimas de resguardo sanitario”, plantearon.
“Frente a esta situación es necesario cuidar la salud de comunidad educativa, docentes, no docentes y estudiantes”, alegó el nucleamiento sindical liderado por Sonia Alesso.
Horas atrás, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, había ratificado la continuidad de las clases presenciales. “No se van a cerrar las escuelas”, reafirmó.
De ese modo, si bien descartó los cierres, Trotta sí dio lugar a la posibilidad que deslizó por la mañana el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien mencionó que evalúan la reducción de la presencialidad en las escuelas: menos horas de los chicos y docentes en las aulas en pos de disminuir la circulación de las personas.
Sobre el total de alumnos que concurren a la escuela, solo se contagió el 0,16%. Entre los docentes, se infectó el 1,03%. Más aún, desde la propia cartera educativa remarcaron que no hay forma de saber si esos contagios se produjeron al interior de las escuelas y que, por el contrario, los establecimientos se perfilan como detectores tempranos de los casos.