![Edelap amplio su capacidad para suministrar energía a una planta de ABSA en Ringuelet](./uploads/noticias/3/2024/06/20240613152354_whatsapp-image-2024-06-12-at-14-48-31.jpg)
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6 meses después de ese aporte, cuando el presidente concluye su primer cuarto, parece haber atravesado todos los riesgos enumerados. El equilibrista a veces se cayó, el moderado se extremó, y el bombero cada tanto se queda sin agua. Los efectos están a la vista. Si bien se frenó la caída sistemática de imagen en noviembre, hoy posee cerca de la mitad de la aprobación que tenía en la época dorada de abril – mayo, en punto de equilibrio entre los positivos y los negativos.
A no engañarse: una meseta no significa haber tocado el piso. Siempre se puede seguir cayendo. Sobre todo, cuando no queda del todo claro cómo se resuelve la economía en el marco de tampoco saber cómo se resuelve la política. ¿La política se podrá resolver? ¿Habrá alineamiento indiscutible entre Alberto o Cristina? ¿Cuál sería la condición de ese ordenamiento? Demasiados interrogantes que no se pueden responder.
Doce meses después está claro que Alberto:
Obsérvese que ninguno de los 6 ítems mencionados tienen que ver con la agenda de problemas del país y la gente: no se hace referencia ni a lo económico, ni a lo sanitario, ni a lo social. ¿Por qué? Porque damos por sentado que si no se produce algún éxito –aunque sea parcial- en algún frente que afecte la vida cotidiana del ciudadano común, lo demás será superficial. Sin nada para mostrar es difícil construir un folleto de venta.
Las preguntas que much@s se hacen y los comentarios que me transmiten generosamente nota tras nota se dividen en dos: 1) l@s que creen que “tiene que cambiar”, y 2) l@s que piensan que ya no tiene destino. Vale aclarar que aun los que anhelan su éxito, reconocen que hay algo que no funciona. Puede ser que todos estén equivocados y las cosas anden de maravillas, pero como siempre decimos, controlar la variable de la percepción es vital. En todo caso, la propia Cristina en su famosa carta se ocupó de transmitir que hay algo que no funciona (o a Ella no le gusta cómo funciona).
Es importante detenerse aquí en un aspecto clave y delicado: la superestructura o el círculo rojo –dentro del cual hay cientos de personas, incluida Cristina y el autor de estas líneas- no se forman sus opiniones solo leyendo diarios, viendo noticias en los medios electrónicos o scrolleando tuits o posteos en las redes. Tod@s recurrimos a diversas fuentes y datos para sondear qué está sucediendo con una situación en particular. Somos incansables rastreadores de indicios sobre estrategias y tácticas de los actores que cuentan. Después queda en cada uno qué cree, qué deja de creer y qué análisis hace.
El tiempo juega un factor central, porque a medida que pasa los actores van consolidando ciertas opiniones. Las que tienen sobre Alberto no son satisfactorias, aunque tampoco son las peores. Pero les costará modificarlas de ahora en más, salvo que ciertos datos objetivos sean contundentes.
El primer cuarto ya está jugado. El equipo está en los vestuarios. Veremos qué les indica el técnico.
Las preguntas que much@s se hacen y los comentarios que me transmiten generosamente nota tras nota se dividen en dos: 1) l@s que creen que “tiene que cambiar”, y 2) l@s que piensan que ya no tiene destino. Vale aclarar que aun los que anhelan su éxito, reconocen que hay algo que no funciona. Puede ser que todos estén equivocados y las cosas anden de maravillas, pero como siempre decimos, controlar la variable de la percepción es vital. En todo caso, la propia Cristina en su famosa carta se ocupó de transmitir que hay algo que no funciona (o a Ella no le gusta cómo funciona).
Es importante detenerse aquí en un aspecto clave y delicado: la superestructura o el círculo rojo –dentro del cual hay cientos de personas, incluida Cristina y el autor de estas líneas- no se forman sus opiniones solo leyendo diarios, viendo noticias en los medios electrónicos o scrolleando tuits o posteos en las redes. Tod@s recurrimos a diversas fuentes y datos para sondear qué está sucediendo con una situación en particular. Somos incansables rastreadores de indicios sobre estrategias y tácticas de los actores que cuentan. Después queda en cada uno qué cree, qué deja de creer y qué análisis hace.
El tiempo juega un factor central, porque a medida que pasa los actores van consolidando ciertas opiniones. Las que tienen sobre Alberto no son satisfactorias, aunque tampoco son las peores. Pero les costará modificarlas de ahora en más, salvo que ciertos datos objetivos sean contundentes.
El primer cuarto ya está jugado. El equipo está en los vestuarios. Veremos qué les indica el técnico.
Columna publicada en www.7miradas.com