

Una especie de tristeza tienen muchos en la Argentina respecto al dólar. Seguro los que apostaron a que el dólar blue en 195 era solo un escalón para algo peor (o mejor para su bolsillo). Y ni hablar de quienes basaron consolidar ahorros o gastos con un valor mucho más bajo que 149 (precio del martes 10 de noviembre). Pero claro, el que nunca tuvo un dólar en las manos en teoría debería estar peor. O no? Veamos algunos datos.
Según los informes que elabora mensualmente la Universidad Di Tella sobre el Indice de Confianza en el Gobierno (ICG), sistemáticamente desde que comenzó el mandato de Alberto Fernández, quienes poseen mejores expectativas sobre el futuro son los encuestados de nivel educativo primario, que a su vez son quienes mejor evalúan al gobierno nacional. Si bien el nivel socioeconómico no es exactamente lo mismo que el grado de instrucción, correlaciona bastante, dando una pista sobre la ubicación de cada ciudadano en la estratificación social.
Este dato es un clásico de la opinión pública: el sector social en donde registró mayor proporción de votos un oficialismo, es quien lo evaluará mejor y verá la vida más color de rosa, pese a todas las dificultades que existan. Es un error cuando se pretende evaluar a la percepción ciudadana con parámetros objetivos (nivel de pobreza y desempleo, deterioro del poder adquisitivo del salario, índice de actividad económica, inflación, etc.). Por eso muchos se preguntan cómo puede ser que el gobierno de Alberto no tenga la imagen por el piso (hoy está en equilibrio la aprobación con la desaprobación) teniendo en cuenta la desastrosa situación económica.
"Este dato es un clásico de la opinión pública: el sector social en donde registró mayor proporción de votos un oficialismo, es quien lo evaluará mejor y verá la vida más color de rosa, pese a todas las dificultades que existan."
Ordenemos algunos criterios:
La situación económica es mala, pero la expectativa sobre el rumbo se desluce cuando parece que el gobierno de Alberto pierde la moderación con Vicentín, el súper cepo, la pasividad frente a la toma de tierras y el debate sobre la propiedad privada. Todo eso dispara el dólar blue, en un marco de escasez de divisas. En cambio genera calma cuando manda señales de racionalidad como comentamos la semana pasada en esta columna. El blue bajó 46 pesos en 12 jornadas lo cual quita el tema de conversación y enfría un motor inflacionario.
Como titulamos hace 7 días, está “Bajando la fiebre”, condición necesaria para que nos alejemos de la alerta roja y todos los conflictos –presentes y por venir- puedan ser ordenados de otra forma. Pero el paciente está débil y puede tener alguna recaída.
Mientras la Casa Rosada le prende una vela a Santa Soja, no está mal volver a escuchar el primer tema de “Kind of Blue”: So what.
Columna publicada en www.7miradas.com