

Sin embargo el Gobierno ‘’descartó una convocatoria en lo inmediato’’, según declararon fuentes consultadas por el diario La Nación. La gravedad de la crisis económica, que ya en la Casa Rosada comparan con la de 2001, requiere de una velocidad en la toma de decisiones que un comité de crisis de esas características no podría abordar, fue el análisis que deslizaron.
"No descartamos nada, Alberto es un hombre de diálogo. Pero en estos momentos la relación institucional se da en el Congreso", afirmó uno de los hombres más cercanos al presidente Alberto Fernández.
En el texto se marca que “la confianza de la sociedad en nuestras instituciones es débil” y que “la coyuntura exige nuevas y audaces herramientas”.
Entre las firmas se destacan los nombres de María Eugenia Vidal, Eduardo Duhalde, Patricia Bullrich, Alfredo Cornejo, Martín Lousteau, Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Urtubey, Federico Pinedo, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Mario Negri, además de empresarios, entidades civiles y sociales, y referentes intelectuales.
“Es tiempo de implementar un plan de coincidencias mínimas que integre a los partidos políticos, los sectores de la producción y del trabajo, los representantes de la economía informal, las organizaciones sociales, la comunidad educativa, las entidades profesionales, las congregaciones religiosas y demás entidades representativas de la sociedad civil”, completó el comunicado.
Y agrega: "Debemos sumar inteligencia, debate, creatividad y es el Congreso de la Nación el ámbito adecuado para pactar consensos. La ley debe respetarse y para ello el Poder Judicial tiene que cumplir con su rol sin injerencias de los otros poderes del Estado. Saldremos de la emergencia con más democracia, no con menos".
El documento también asegura que la pandemia "ha puesto al mundo ante un desafío de enorme dramatismo" en el que confluyen las vidas perdidas, los desafíos a los sistemas de salud y las secuelas económicas y sociales todavía "difíciles de dimensionar".
En ese sentido, agregan: "La pandemia ha puesto en evidencia la desigualdad social que impera en la Argentina. La situación excepcional que nos conmociona profundizará esa brecha y sumará dolores a los ya existentes. (...) Hoy más que nunca necesitamos estar unidos, deponiendo mezquindades y haciendo realidad el sueño muchas veces postergado de actuar como Nación. Cada uno con su propia identidad, pero juntos para atravesar este crucial momento y trazar los lineamientos básicos de la reconstrucción del país".