Las señales de alerta sobre la evolución de la economía argentina volvieron a encenderse en noviembre, luego de que el Índice Líder (IL) elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella registrara una fuerte caída mensual y anticipara un escenario de deterioro en la actividad.
El indicador, que busca anticipar cambios de tendencia en el ciclo económico, se contrajo 3,58% durante noviembre y mostró un retroceso interanual del 1,66%. Se trata de uno de los descensos más significativos del año y revierte la mejora registrada en octubre.
El Índice Líder es utilizado como una herramienta clave para anticipar puntos de giro en la economía argentina y suele adelantar los movimientos que luego se reflejan en los indicadores oficiales de actividad. La caída de noviembre vuelve a poner en discusión las perspectivas de corto plazo y suma presión sobre un escenario económico que muestra señales crecientes de fragilidad.
En este sentido, el informe advierte que sólo dos de las diez variables que componen el índice exhibieron variaciones positivas, lo que refleja una debilidad generalizada en los factores que anticipan el desempeño económico. Entre los componentes que lograron sostenerse se destacan el precio internacional de la soja y el índice de precios de la siderurgia.
En paralelo, la serie tendencia ciclo del IL también mostró una caída, lo que refuerza la lectura de un enfriamiento de la actividad. Si bien el Estimador Mensual de Actividad Económica había mostrado una leve suba en septiembre, los datos adelantados sugieren que esa mejora no logra consolidarse.
Uno de los datos más contundentes del informe es la probabilidad de salir de la fase expansiva, que alcanzó el 98,7%. Ese nivel anticipa un riesgo elevado de reversión del ciclo económico en los próximos meses, en un contexto marcado por la debilidad del consumo, la inversión y la producción.