Este jueves inicia una nueva etapa para el Concejo Deliberante de La Plata, con la asunción de los ediles electos en las elecciones del 7 de septiembre. Con la renovación de la mitad de las bancas y la salida de once concejales, el peronismo nucleado en Fuerza Patria quedará a un paso del quórum propio y tendrá un rol predominante en el recinto.
Finalmente se podrá ver en práctica el resultado de los últimos comicios bonaerenses, dónde el oficialismo provincial, que obtuvo 172.684 votos, logró no solo retener las cinco bancas que ponía en juego sino sumar otras dos, por lo que contará con un bloque de doce ediles.
Es en este marco donde se cree que Marcelo Galland continuará con su mandato como presidente del Concejo Deliberante, función que ocupa desde diciembre de 2023 como hombre de confianza del intendente Julio Alak.
En otro aspecto, el recambio también implica la salida de doce concejales elegidos en 2021, entre ellos siete dirigentes de la oposición que habían ingresado con el triunfo de Juntos por el Cambio en su momento. De esta forma, dejan su lugar tres ediles del PRO, tres de la Unión Cívica Radical y una representante de La Libertad Avanza, a los que se suman cinco integrantes de lo que hoy es Fuerza Patria.
Se espera así una reconfiguración de la oposición en el recinto, con los nuevos ingresos, y tendrá un eje central en el armado libertario. La Libertad Avanza logró cinco de las bancas en juego y aumentó su representación, quedando su bancada integrada por dirigentes como Juan Pablo Allan, Soledad Pedernera y Sabrina Morales, que se suman a Guillermo Bardón, Florencia Defeo y Florencia Barcia, quienes continuarán su mandato.
Además, el PRO retendrá dos bancas y conformará un bloque propio encabezado por Nicolás Morzone e Iván Zanetto. En paralelo, la nueva composición del Concejo incluye un edil de la UCR, uno del bloque ASAP Nueva Generación y un representante de Propuesta Vecinal, todos espacios que se presentan como actores decisivos para garantizar el quórum y destrabar votaciones ante la paridad entre los dos polos principales.
En términos políticos, el oficialismo contará con doce bancas frente a un conglomerado de nueve escaños entre libertarios y PRO que actuarán como interbloque, aunque esa figura no existe formalmente en el reglamento interno. De esta manera, la gobernabilidad del recinto dependerá del rol que asuman los tres unibloques, cuyos posicionamientos podrían inclinar la balanza a favor o en contra de los proyectos impulsados por la gestión municipal.
La nómina de concejales peronistas que se suman por cuatro años incluye a Sergio Resa, Romina Santana, Juan Manuel Granillo Fernández, Josefina Bolis, Raúl Recavarren, Sol Maluendez y Pablo Poggio, quienes acompañarán a los cinco ediles que continúan su mandato. Entre los libertarios desembarcan Juan Pablo Allan, Sabrina Morales, Gastón Álvarez y Soledad Pedernera, mientras que el PRO incorpora a Iván Zanetto.
Con este armado, el Concejo Deliberante inicia un período marcado por la polarización entre el peronismo y el espacio libertario, pero con un elemento clave: la llave del quórum no estará en esos dos grandes bloques sino en los tres sectores minoritarios que, con una sola banca cada uno, pueden definir el curso de las discusiones.