En Argentina el mes de noviembre terminó con subas de temperatura y caídas en ventas: según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas bajaron un 4,1%  respecto al año pasado. Mientras que en la comparación mensual, el retroceso fue del 9,1%. 
CAME emitió un informe dónde se expone que a pesar de la caída respecto al mes y año anterior, en los once meses que van del 2025 el indicador todavía acumula un aumento del 3,4%.
En este sentido, esta tendencia se traslada a seis de los siete sectores evaluados, que registraron caídas interanuales. Es “Perfumería” la categoría con más riesgo, al llegar a una caída del 17%, seguido por “Bazar, decoración, textiles de hogar y muebles”, con una caída del 9,7%, y “Alimentos y bebidas”, con un retroceso del 5,9% vinculado con la pérdida de poder adquisitivo y a la preferencia por productos esenciales.
Sin embargo, el sector “Farmacia” se destacó por ser el único en el cual el medidor registró una subida, con un incremento del 1,8% interanual, que coincide con una mayor demanda estacional de medicamentos vinculados con cuadros alérgicos y cambios de temperatura. 
Aún así, en el comunicado de prensa que acompañó a la publicación, CAME destaca que “al analizar la situación económica actual de los comercios, el 54,2% de los encuestados reportó estabilidad en la comparación interanual. No obstante, un 37% señaló un deterioro en las condiciones, cifra que representa un incremento de cuatro puntos porcentuales respecto a octubre, revirtiendo parcialmente la mejora de percepción registrada el mes anterior”.
De esta forma, la percepción de estabilidad mejora pero las condiciones se deterioran simultáneamente en el imaginario de los comerciantes, que como todo el país, se enfrentan a una crisis económica que deja muchas incertidumbres. 
“En cuanto a las expectativas para el próximo año, el 48,6% proyecta un escenario de mejora, mientras que el 43,7% estima que la situación se mantendrá invariable y solo el 7,7% anticipa una evolución negativa. Por último, respecto al clima de inversión, el 60,1% evalúa el contexto actual como desfavorable para realizar desembolsos de capital, frente a un 14,6% que lo considera oportuno y un 25,2% que no definió una postura”, continúa explicando el comunicado.
Noviembre terminó así consolidando “un escenario de consumo dual”, dice CAME, donde la brecha entre la demanda de bienes esenciales y los consumos postergables es cada vez más grande debido a la restricción presupuestaria que afecta al consumidor. “La actividad operó bajo una lógica de transición, caracterizada por una fuerte cautela operativa que frenó las decisiones de inversión en el corto plazo ante la incertidumbre de los costos y la competencia”, comunicaron desde la Confederación.