La fábrica Cerámica Cortines, ubicada en la localidad bonaerense de Luján, despidió a 65 trabajadores en el marco de una crisis que ya provocó más de 130 cesantías en menos de tres meses. La medida afectó tanto a operarios como a personal jerárquico, y se suma a los 65 despidos que la firma había concretado en julio.
En este nuevo recorte, la empresa notificó en persona a 10 empleados que se encontraban activos y envió telegramas a otros 55 que estaban suspendidos desde hace semanas, según el testimonio de un trabajador a El Civismo de Lujan. De esta manera, la compañía continuó avanzando en un plan de reducción de personal que se viene aplicando desde mediados de año.
La explicación de la firma se centra en la brusca caída de la producción. En 2021, la planta había despachado 11.175.000 metros de cerámicos, mientras que en 2024 la cifra se redujo a 4.840.000, lo que significa una merma de casi el 57 %. En los primeros meses de 2025 el desplome fue aún mayor, con apenas 850.000 metros enviados desde el depósito.
El derrumbe de las ventas llevó a la compañía a presentar un procedimiento preventivo de crisis para achicar su planta en un 40 %. Esa propuesta había sido rechazada por el gobierno bonaerense, pero actualmente se encuentra bajo análisis del Ministerio de Capital Humano de la Nación.
Los despidos masivos generan un fuerte impacto en Luján, donde la fábrica es uno de los principales empleadores del sector industrial. La decisión deja a decenas de familias sin sustento y profundiza la incertidumbre en una ciudad donde la construcción y la obra pública atraviesan una marcada retracción.