El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, aprovecha sus últimas declaraciones, antes de la veda electoral por las elecciones bonaerenses de este domingo, para pedir la derrota del presidente Javier Milei.
“Si Milei no consigue la ventaja que pensaba sacar, va a tener que recalcular y echar atrás con algunas medidas”, afirmó en diálogo con El Destape Radio. Para el mandatario bonaerense, el resultado electoral servirá para “rechazar lo que está ocurriendo y ponerle un límite” al Gobierno, al que definió como “muy golpeado”.
Por otro lado, Kicillof cuestionó la gestión económica: “El manejo financiero y cambiario es un desastre tras otro”, señaló. Además, acusó al oficialismo de contradecir su propio discurso: “Lo que vienen aplicando permanentemente es la contra de todo lo que habían dicho hasta el momento”.
El gobernador también apuntó contra la interna oficialista y los escándalos recientes. Aseguró que dentro del Ejecutivo nacional “hay bandas distintas de espías disputándose el control de sectores de inteligencia” y consideró “grave” la defensa oficial sobre los audios que involucran a Karina Milei. “Dijeron que fueron agentes rusos. Todos nos reímos, pero es de una enorme gravedad”, sostuvo.
En esta línea, se refirió a los candidatos de La Libertad Avanza para estas elecciones, y fue categórico al acusarlos de ser “un ejército de mamarrachos”, entre los que “es muy difícil encontrar algún concejal que tenga prestigio, capacidad política o de generar algo”.
Por otro lado, cuestionó la instalación del fantasma de fraude en la provincia de Buenos Aires. “Es atajarse por si el resultado no es bueno. Esperemos que no recurra a un método que aplicaron dirigentes de la derecha como Bolsonaro o Trump”, advirtió.
Finalmente, se refirió a la estrategia de Milei de denunciar amenazas de magnicidio y presentarse como víctima de conspiraciones. “Lo veo como un posicionamiento desesperado. Es una manera de situarse como víctima en una situación en la que se busca ocultar lo que realmente pasa”, concluyó Kicillof.