

La ciudad de Tres Arroyos presentó este lunes el proyecto de ley que busca crear una nueva universidad nacional. La propuesta apunta a ampliar las oportunidades de formación superior, fortalecer el desarrollo académico y científico, y generar un impacto positivo en el plano educativo, social y productivo.
En un acto en el Centro Regional de Estudios Superiores Tres Arroyo (Cresta), se explicó que la iniciativa será elevada al Congreso de la Nación y se anunció que con esta presentación “se abre una nueva etapa hacia un sueño largamente esperado, como lo es contar con una Universidad Nacional que permita más acceso a la educación, mayor arraigo de los jóvenes y más posibilidades de crecimiento colectivo”.
El proyecto fue acompañado por el intendente Pablo Garate, los asesores e impulsores Alberto Dibbern y Patricio Ferrario, y la coordinadora del Cresta, Valeria Guido.
El propio Alberto Dibbern fue rector de la Universidad Nacional de La Plata y desde su experiencia subrayó la autonomía y autarquía que caracteriza a las universidades nacionales. “Significa que pueden decidir qué carreras abrir y cómo administrar sus recursos. La autarquía les da disposición de sus fondos, mientras que la autonomía garantiza libertad académica. Es un derecho constitucional desde la Reforma Universitaria de 1918”, explicó.
También aclaró el proceso legislativo: primero un estudio de factibilidad, luego la opinión no vinculante del Consejo Interuniversitario Nacional, y finalmente el debate en las comisiones de Educación y Presupuesto de Diputados y Senadores, antes de su eventual promulgación por parte del Poder Ejecutivo.
Sin embargo, el proyecto propone que la Universidad Nacional de Tres Arroyos tenga un perfil distinto al de instituciones tradicionales como la UBA o la UNLP. Estaría organizada por departamentos en lugar de facultades, lo que le permitiría abrir y cerrar carreras según la demanda. Además, funcionaría con un sistema dual de formación, integrando a los estudiantes con empresas e instituciones locales, y se regiría bajo normas de calidad ISO con evaluaciones permanentes.
“El desafío es que esta nueva universidad se integre a un sistema conformado por casi 60 universidades nacionales y aporte un modelo adaptado a las necesidades territoriales de la región”, concluyó Dibbern.