

La filtración de audios atribuidos a Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), desató una de las crisis digitales más intensas del gobierno libertario. En las grabaciones, cuya autenticidad aún es objeto de peritaje judicial, se lo escucha hacer referencia a supuestos retornos vinculados a contrataciones de medicamentos y menciona a Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem como posibles beneficiarios.
Desde el 19 al 24 de agosto, el escándalo generó un volumen de 1.730.676 menciones en redes sociales, con picos de búsquedas en Google y un crecimiento del 762% en referencias específicas a la secretaria general de la Presidencia. Según el análisis de Enter Comunicación, el sentimiento digital estuvo dominado por la indignación y la negatividad, ante un oficialismo que no logró construir una narrativa defensiva frente al avance opositor.
El silencio de las principales cuentas libertarias, como Las Fuerzas del Cielo y otros influencers habituales, contrastó con la potencia de las voces críticas: Carlos Maslatón, Jorge Rial, Ari Lijalad, Roberto Navarro, medios digitales como Corta, y dirigentes como Gabriel Solano, lograron convertir el hashtag #CoimasGate en tendencia y forzar al escándalo al centro de la agenda pública.
En términos de contenido, la mayoría de los posteos exigieron que el caso se esclarezca, algunos reclamaron prisión para los implicados, y otros compararon a Karina con figuras del kirchnerismo. Del lado libertario, los mensajes minimizaron los audios como una "opereta preelectoral", defendieron al presidente Javier Milei y deslindaron responsabilidades sobre los Menem.
El caso también tuvo impacto en el interés global: según Google Trends, las búsquedas de “Karina Milei” alcanzaron picos históricos en Argentina el 23 de agosto y a nivel mundial el día anterior. Aunque el volumen descendió después del fin de semana, se mantuvo muy por encima de los niveles habituales, consolidando a la hermana del presidente como protagonista no deseada del escenario político.