El Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, se refirió a la funcionalidad de la política económica del Gobierno Nacional y apuntó contra lo que  no se menciona: las multinacionales que han huido del país desde que Milei asumió.

“Cuando asume un gobierno de derecha el discurso es que se va a estabilizar la economía, se da la seguridad a los inversores y van a llegar la lluvia de inversiones. Acá es al revés”, dijo el funcionario en una conferencia de prensa. Y agregó: “Desde que asumió Milei se retiraron 13 multinacionales, particularmente de Estados Unidos. No se salvó nadie de la motosierra”.

En plena apertura de importaciones y con un panorama laboral complejo, el ministro explica que “están estallados los depósitos de productos electrónicos importados. A diferencia de los años 90, esos productos se vendían en comercios. Pero ahora eso no beneficia porque se compra directo”.

Las empresas en conflicto son de diferentes sectores y zonas, tanto del conurbano como del interior, y no solo cerraron, otras también han sido forzadas por la coyuntura a despedir y suspender personal. 

En Pilar, la multinacional Kimberly Clark cerró este año su planta y despidió a 200 empleados. A su vez, Kenvue —ex Johnson & Johnson— desvinculó a 130 trabajadores y anunció que comenzará a importar desde Brasil. Esta última, dedicada a productos de higiene femenina, llegó a contar con 1.600 operarios años atrás, pero hoy solo mantiene 32.

En el conurbano bonaerense, el frigorífico Devesa cerró su planta en Pilar y dejó sin empleo a 40 personas. En Llavallol, la fábrica de neumáticos Bridgestone redujo su personal en unos 500 puestos desde el año pasado, y en la misma localidad, Dánica clausuró su histórica planta a comienzos de año. En Avellaneda, la gráfica Morvillo declaró la quiebra y despidió a 200 empleados.

La crisis también golpea al interior de la provincia. Textilana S.A., fabricante de la reconocida marca marplatense Mauro Sergio, echó recientemente a 150 operarios y redujo un 20% su producción. En la misma ciudad, el frigorífico Sur Trade dejó a más de 200 personas sin trabajo, mientras que San Telmo, con su actividad paralizada, redujo su plantilla de 108 a 52 empleados en pocas semanas.

En enero, Grupo Dass, proveedor de marcas como Adidas, Nike, Umbro y Asics, cerró su planta de Coronel Suárez y cesanteó a 360 trabajadores. En Bragado, la siderúrgica Acerbrag —la mayor empresa privada local, con 600 empleados— suspendió recientemente sus operaciones de manera indefinida por la fuerte caída en las ventas.

El polo cementero de Olavarría también sufrió el impacto del freno a la obra pública. En abril, la Fábrica de Bolsas Industriales (FABI), del grupo chileno CMPC y ubicada en Hinojo, cerró de forma repentina y dejó a 150 operarios sin empleo. Un mes después, Cerro Negro desvinculó a 60 trabajadores ante la caída de la demanda.