

La última medición de Zuban Córdoba y Asociados mostró con crudeza el deterioro económico y emocional que atraviesan los argentinos. El 65,1 % dijo que su situación personal empeoró en los últimos seis meses, el 54,2 % afirmó no llegar a cubrir sus necesidades básicas y más del 50 % reconoció tener miedo de perder su trabajo o ingresos como consecuencia directa de las políticas del gobierno de Javier Milei.
El informe, realizado entre el 16 y el 17 de julio a 1.400 personas mayores de 16 años en todo el país, advierte que la caída del poder adquisitivo está minando la paciencia social. Apenas el 14,7 % logra ahorrar algo a fin de mes, mientras que la mayoría gasta todo o se endeuda. En ese contexto, el 64,8 % cree que el Gobierno está profundizando la desigualdad y un 59,4 % considera probable que el malestar económico escale a protestas sociales o cacerolazos.
Los datos también revelan una creciente desconfianza en el rumbo económico: el 89,3 % dice que "no alcanza solo con bajar la inflación" y que se necesitan “mejores sueldos”. El 63,7 % declara que cada vez le cuesta más llegar a fin de mes. Incluso entre quienes votaron a Milei en el balotaje, el 36,1 % admite ese mismo problema, y apenas el 9,7 % asegura llegar sin inconvenientes.
La encuesta también indaga sobre el rol de la oposición. El 39,1 % de los votantes opositores cree que deben unirse para enfrentar al oficialismo en octubre, mientras que un 28,4 % plantea que hay que radicalizar la crítica y movilizarse en las calles. Entre los votantes libertarios, en cambio, la mayoría prefiere que la oposición se limite a esperar las elecciones sin confrontar o colaborar con políticas puntuales.
Finalmente, el estudio marca un punto de inflexión: más allá de las consignas ideológicas, el malestar gira en torno al bolsillo. El 60 % de los consultados sostiene que Milei está incrementando la desigualdad, y una mayoría cree urgente cambiar las políticas, el estilo o el liderazgo para mejorar la situación del país. La economía, una vez más, se convirtió en el termómetro central del clima político argentino.